Porque odio a los príncipes. [JJK + PJM] Jikookmin✨

Park Jimin 1

"¿Cómo supiste que te gustaban los hombres y no las mujeres?"

Jimin amó el jardín de niños, tanto que el tiempo en él se le fue como el agua.

El primer año fue al inicio un poco extraño. Le costó integrarse a sus compañeros, pero lo logró.

El segundo año todo fue más fácil. Ya conocía a todos y uno que otro compañero era nuevo, y a otros cuantos no los volvió a ver. Nunca fue tan apegado a alguien en particular, si algo tenía es que se podía adaptar a la personalidad de casi todos y le era fácil convivir con todo su salón. Pero era un poco solitario, y eso no le molestaba. Prefería jugar sólo con las hormigas o cuidar a alguna mariposa que por una u otra razón no podía volar.

Las cosas en su casa seguían igual de estables, ayudaba a su madre a hacer galletas, pintaba, hacía sus tareas y esperaba a su padre cada noche para jugar un rato juntos (aunque a veces el sueño le vencía antes que su padre llegara del trabajo).

Hubo algo en particular que sucedió a mitad de segundo año. Una que otra niña le mandaban cartas, le decían "bonito" y pasaban el tiempo peinando y adornando su cabello negro con pequeñas florecitas que caían del inmenso árbol que estaba en medio del patio. Él no se daba cuenta, pero la mayor parte del tiempo estaba rodeado de niñas. Y es que Jimin desde pequeño fue realmente lindo.

Ya tenía cuatro años, y se dió cuenta de que le gustaba algo en particular: Las películas empalagosas que veía su madre.

Estaba acostumbrado a ver tiernas muestras de afecto gracias a sus padres que al salir a la calle iban tomados de la mano, o que en su casa se daban un corto e inocente beso de vez en cuando. Es por esto que Jimin nunca mostró rechazo al ver escenas así en las películas, siempre lo vió como algo normal, aunque obviamente sabía diferenciar que eso era algo que hacían las parejas.

Una vez vió una película donde el protagonista le escribía una hermosa carta a la mujer que amaba. Entonces conectó los hilos. Las cartas que sus amigas le enviaron decían cosas parecidas, al igual que los cumplidos que ellas le hacían, eran parecidos a los que los protagonistas se repetían varias veces.

Pero Jimin no sentía algo parecido hacía sus compañeras.

O hacia las niñas.

Realmente nunca prestó atención a las personas de su escuela, así que no podía decir con claridad quién le gustaba.

Pero en "El Titanic" Jack movía su corazón.