21

1.4K 132 30
                                    

-¡Gracias!

La rubia salió del súper con dos bolsas en las manos, caminó por las calles hacia la casa de los Jeon. Tardó menos de lo que esperaba y eso la ponía feliz, pues podría alcanzar a despedirse de Jimin antes de que se fuera. El súper a donde siempre iba estaba relativamente cerca del fraccionamiento donde vivían, solamente debía caminar unas cuantas cuadras.

Ya casi al llegar vió cómo un chico iba corriendo en dirección hacia ella, y por la escasez de luz no distinguía a la persona, pero al estar frente a ella casi le da un infarto de la impresión.

-Chae, t-te estuve buscando por todos lados...

-Jimin, ¿Qué pasa? ¿Por qué estás llorando? -Los ojos de la chica se abrieron en demasía.

-J-jungkook, por favor, ayúdalo...

-¿Qué le pasa? -La chica estaba muy preocupada.

-Corre, yo n-no, no puedo hacer nada.

La chica sin pensarlo dos veces corrió los metros que le faltaban hasta llegar a la casa, encontrándose con la puerta abierta. Seguido de eso, escuchó como algo de vidrio se rompía contra el suelo, y el terror le subió hasta la garganta.

-¡¿Qué putas te sucede, Jungkook?!

La rubia detuvo la mano que estaba a punto de arrojar otro vaso de vidrio hacia el castaño que estaba arrinconado llorando en el suelo de la cocina.

-¡¿Qué?! ¡¿Y tú qué se supone que cuidas?!

-Señora, cálmese por favor...

La rubia y la madre de Jungkook comenzaron a forcejear hasta que Chaeyoung por fin pudo quitarle el vaso de las manos.

-Me voy por dos semanas ¡Y esto es lo que sucede! No puedo creer que tú... -Dirigió su mirada furiosa hacia el castaño que no dejaba de llorar. -Dios... -No pudo sostener más su peso por todas las emociones acumuladas y se sentó a horcajadas en el suelo cubriendo su cara con ambas manos. -¡¿Por qué nada bueno puede pasarme en la vida?!

-N-no le digas a papá, p-por favor... -Jungkook se atrevió a por fin hablar.

El chico por primera vez le pedía suplicante algo a su madre, ya que si algo no querían darle simplemente se rendía, pero esta vez era diferente, esta vez sentía el verdadero terror y se notaba en sus ojos que se abrieron en demasía llenos de lágrimas, parecía como si hubiera perdido la cabeza en ese instante, estaba desesperado.

Su madre, sin embargo, lo seguía viendo con coraje puro, no se notaba que fuera a ceder ante las súplicas de su hijo. Se sentía enojada, asombrada, triste, era mucho para digerir.

-¡Joder! -Gritó agudamente, tomó sus llaves que dejó en la mesa de la sala y salió con furia de la casa, cerrando la puerta con fuerza y enseguida se escuchó el motor de su auto y un acelerón, dando a entender que se había ido.

Jimin que miraba la escena desde un rincón de la casa tampoco dejaba de llorar en silencio, se sentía culpable por todo lo que estaba pasando.

-Dios, Jungkook... -La rubia suspiró y fue de inmediato a donde estaba el castaño. Trató de levantarlo del suelo, habían pedacitos de vidrio de un vaso pequeño que arrojó la madre del chico minutos atrás, algunos encajándose en el antebrazo de Jungkook porque usó sus brazos para proteger su cara de los vidrios. Jungkook se quejó ante el toque y Chaeyoung notó de inmediato los pequeños cortes.

-Jimin... -El pelinegro que parecía shockeado reaccionó ante el llamado de la chica. -En el baño hay un botiquín de medicina, tráemelo por favor. -Jimin asintió y fue corriendo al baño, con los ojos llenos de lágrimas y el corazón acelerado comenzó a buscar como loco entre los cajones hasta que encontró la pequeña cajita, salió corriendo y se acercó a ellos.

Porque odio a los príncipes. [JJK + PJM] Jikookmin✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora