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-El número que usted marcó, no existe...

Jungkook suspiró y dejó el móvil a un lado de él en la cama, tapándose los ojos con su antebrazo. Era la quinta vez que marcaba al número de Jimin, pero al parecer también lo había bloqueado ahí. Lo bloqueó de todos lados. De pronto un estornudo hizo que su antebrazo pasara de sus ojos a su boca.

-Salud. -Entró su hermana con una bandeja.

-Gracias...

-Dios, no entiendo cómo es que fuiste tan tonto para salir sin suéter.

-Ya no me regañes por eso. -Dijo con molestia y la voz mormada.

-Espero este té que te hizo mamá te aliviane.

-¿De qué es? -Preguntó curioso mientras se incorporaba para sentarse en su cama.

-De miel y limón. -La chica acercó la bandeja a las piernas de Jungkook. -Ten cuidado, está caliente.

-Gracias...

Jihyo tocó la frente de Jungkook mientras este bebía el té como un niño pequeño.

-No se ha bajado la fiebre. Llevas así desde hace tres días, ¿Cómo es posible?

-Así es Jungkook. -Su madre entró a la habitación. -Casi no se enferma, pero cuando lo hace, tarda hasta más de una semana en recuperarse.

Jihyo abrió los ojos de sobremanera mientras volvía a ver a su hermano.

-Debe ser terrible.

-Oh sí, lo es. -Jungkook cerró los ojos.

Su madre se acercó a él con un termómetro, un plato con agua y una toalla.

-Termina tu té para ponerte la compresa.

-Ya voy. -Bufó con molestia, odiaba estar enfermo y tener a las dos mujeres encima de él, aunque al mismo tiempo agradecía que se preocuparan. De pronto su móvil sonó y atendió enseguida.

-¿Hola?

-¡Jungkook! ¿Cómo has seguido?

-No he mejorado, Hobi.

-Oh, eso es terrible. Te extraño mucho y ya quiero saber de qué es lo que me tienes que hablar. Además me sigues debiendo la tarde de videojuegos.

-Lo siento, te compensaré la tarde de videojuegos, y si quieres hablamos de lo que te mencioné...

-No, prefiero que sea en persona, no importa cuánto tiempo te tardes, yo esperaré.

-Muchas gracias por eso.

-También te extrañan en el bar. Les hemos comentado que estás enfermo, y todos te esperan con ansias.

-Yo también extraño cantar. -Sonrió. -Espero mejorar lo antes posible para regresar.

-Espero lo mismo. Bueno, amigo, debo dejarte, tengo dos citas de tatuajes hoy.

-Claro, que te vaya bien.

-¡Mejórate! ¡Hasta luego!

La llamada terminó y Jungkook suspiró, olvidando que su hermana y madre seguían ahí.

-No me has dado la dirección de Jimin. -Mencionó Jihyo. -Tuvimos un trato, y debes cumplir con tu palabra.

-Ah, eso... -Rascó su nuca con incomodidad. Sabía que Jihyo tenía razón, y ya no podía postergar más aquello. Aunque en realidad, tenía mucho miedo de lo que pudiese pasar. -Te daré su dirección en un rato por mensaje.

Porque odio a los príncipes. [JJK + PJM] Jikookmin✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora