XIX- Marea

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Sylas había esperado por siete días, años en una jaula de piedra aguardando la oportunidad para salir de ella, podía tener la paciencia de aguantar siete días más. Necesitaba la mayor cantidad de gente posible, todos los individuos de Demacia que habían sido echados a un lado por haber nacido distintos.

Miró al cielo y se había cumplido la fecha que indicó, al mediodía del séptimo día Demacia conocerá la ira de sus rechazados. se paró sobre la roca y observó a todos los congregados, a sus ojos estimaba que unas trescientas personas, no era mucho para asaltar una ciudad, pero considerando que cada uno tenía un enorme poder de fuego todos se equiparaban a veinte soldados.

—¡HIJOS ILEGITIMOS DE DEMACIA! —inició su discurso — ¡YO SÉ POR QUE HAN VENIDO HOY! — se dio una pausa para que todos se acercaran a escucharlo. — quieren ver un cambio en sus vidas las cuales han sido pisoteadas, incluso sé que entre todos nosotros hay algunos que nunca han sufrido la discriminación, pero son consientes de la desigualdad que aquellos muros esconden, —dijo señalando hacia las murallas principales de la ciudad. — pues este día verán que a pesar de toda su preparación y paranoia no pueden detener la voluntad de la gente.

Sylas respiró un poco y pudo notar como en las caras de quienes le escuchaban habían rostros serios, decididos y sobre todo que asentían ante sus palabras, era la hora de quitarse la bota que los pisaba.

—¡INCLUSO YO SÉ QUE EL AGUA TARDE O TEMPRANO QUIEBRA LA ROCA, Y LES PUEDO JURAR POR MIS CADENAS QUE HE ROTO QUE TODOS NOSOTROS SOMOS LA MAREA QUE ARRASARÁ CONTRA SUS PRECIOSAS PIEDRAS! — Al terminar sus palabras Sylas bajó desde la zona alta de la que hablaba y dijo a los más cercanos —¡Vamos hermanos y hermanas! posen su mano en mi y únanse entre todos, seremos la cadena que golpeara las murallas de la opresión, quebraremos la desigualdad.


Una vez finalizó todas las personas reunidas se acercaron a él, los primeros posaron sus manos en sus brazos y hombros, los segundos en quienes le tocaban y los terceros a los últimos, así fue como todos formaron una poderosa unión. Sylas sintió como trescientos y un magos estaban entrelazados y comenzó a recitar las palabras del libro que una bella y joven luz le había dado hace tiempo atrás.

—¡Troper formers fhadalas Demacia, cresios unrrae itus!

A medida que hablaba un brillo morado resurgía de sus cadenas, luego la energía mágica llegaba hasta sus ojos y un enorme circulo mágico se abrió debajo de los pies de todos sus seguidores.

—¡NO OS SOLTEIS HERMANOS Y HERMANAS, PUES LA UNIDAD ES NUESTRA FUERZA! —Gritó Sylas.

Un enorme destello cegó a todos brevemente, los gritos que escuchaban los desconcertaron un poco, pero cuando abrieron los ojos entendían lo que había pasado. Los trecientos magos acompañados por su líder se encontraban en la plaza central de Demacia frente al palacio, cúspide del poder y todo eso sin haber sufrido una sola baja y con todas sus energías arcanas al máximo. Los guardias comenzaban a reaccionar dando la alarma.


—¡AVANZAD TODOS!— Gritaba mientras era el primero en correr — ¡SEAMOS EL OCEANO QUE ARRASA CONTRA LA OPRESIÓN, PUES SOMOS LOS HIJOS ILEGITIMOS DE DEAMCIA Y YA SOLO SOPORTAREMOS LAS CADENAS QUE NOSOTROS ESCOJAMOS!

Sylas dio un salto hacia adelante y con sus cadenas aplastó el rostro de un soldado que trataba de ensartarlo con una lanza, luego agitó las mismas con sus brazos e hizo un estallido de energía sobre el pecho de otro, escuchó los gritos de júbilo de sus seguidores y se permitió sonreír. La batalla apenas comenzaba.

Fin del Relato.

Historia creada a partir de la victoria del Apruebo por sobre el Rechazo en el peblicito del 25 de este Octubre en Chile. No comparto los medios que utiliza Sylas, pero entiendo sus motivos como así lo hicieron en la revolución francesa y bolchevique en su momento. (Todo comentario es bienvenido con respeto).

Artista de Sylas: Brim Stone Artstation

Runaterra: Pluma y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora