XXXVI- Nieve y Calor

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El invierno jonio había llegado hace semanas y una de sus consecuencias era la caída de nieve sobre las regiones más montañosas. El monte de Aguas de Cristal fue una de las pocas zonas que la guerra con Noxus no había sido afectado, por lo que su belleza natural seguía en pie y con ello toda la magia que lo rodeaba.


La decimo sexta noche de invierno se encontraba despejada de nubes, pero la nieve aún se mantenía cubriendo los alrededores de las muchas aguas termales de la montaña. Sus aguas tan claras que que parecían ser un cristal perfecto daban nombre al territorio.


Dos figuras avanzaban por sobre capa blanquecina sin dejar huellas en ella, cosa imposible para cualquier humano, caminando admirados por la belleza que les rodeaba. Los árboles se movían fluyendo con su andar, las rocas hacían eco para avisar de su presencia y así pudieran ser evitadas.


Con movimientos rápidos el más alto de los dos danzó en dirección a las aguas mientras se despojaba de sus ropas, de pronto parecía como si la capa que llevara hubiera desaparecido mientras saltaba y se zambullía en las cálidas termas, que lo recibieron como si hubiera caído sobre las más suaves hojas. La otra por el contrario, algo más baja que su compañero continuó con movimientos más sutiles, pero igual de fluidos dejando caer tras de sí todas sus vestimenta, al igual que su pareja.


Sus pies terminados en garras casi no sentían el frío contacto del suelo, pero al hundirlos en el agua la temperatura se hizo notar sutilmente. Xayah se detiene observando a Rakan quien nadan haciendo uso de brazos y piernas, impulsándose en círculos de un lado para otro. Antes de ingresar miró con mayor detenimiento a su pareja, los músculos de su espalda y hombros se marcaban al nadara, la vista parecía deslizarse por el agua con una facilidad sorprendente, al verlo una corriente bajó por su columna. Cuando el cuerpo de ella se sumergió por completo no pudo evitar que una sonrisa apareciera en su rostro por el cálido recibimiento de la montaña. Al notar que su amada se encontraba en el agua Rakan se acercó a ella y compartieron un beso con el calor de las termas, la combinación de sus labios unidos y del balneario natural les reconfortaba. Ambos nadaban y el ambiente les respondía a ello, el viento soplaba en pequeñas brisas que evitaban que se concentrara el vapor, permitiéndoles verse en todo momento, los árboles producían leves silbidos con el aire pasando entre sus ramas lo que generaba una agradable melodía para el agudo oído.


Rakan que había estado nadando sin detenerse desde que ingresó al agua se apartó un momento para descansar, descansó los brazos sobre la roca cubierta por nieve y el contacto de lo frío con el calor de la terma le produjo una gran relajación. Lo claro de las aguas le permite ver el cuerpo de Xayah que se mueve pareciendo una vastaya del mar, sus piernas de la punta de los pies a la cadera lucen cual tela dejada al viento llevándola de un extremo de la piscina termal a otra. Sus colores bajo el agua son lo que más destaca, aun si fuera la mayor de las oscuridades su pelaje burdeo resaltaría permitiéndole identificarla en el fondo del mar.


Xayah siente el cambio de magia en el ambiente, los propios colores de Rakan se intensifican cuando sus miradas se encuentran, ella se deja llevar dándole la espalda por una corriente formada por la misma montaña y los reúne en el borde dela terma. Él la recibe con sus brazos, sus manos le acarician vientre y muslos, pero no deja que sus labios estén quietos, recorre sus hombros con ellos, tomándose pequeñas pausas entre cada beso.


Rakan siente como la mano se ella se desliza por su cuello, sus dedos lo sienten con firmeza y siguen hasta llegar a su nuca donde aprietan con fuerza su cabello. Xayah deja que su mano izquierda vaya por la espalda de él pasando por debajo del brazo que acaricia su vientre, allí se afirma de él clavando sus uñas en sus músculos. Rakan siente cada toque como si fuera fuego, un calor más intenso que el proporcionado por las Aguas de Cristal.


Xayah gimió con los dientes de Rakan sobre su cuello y hombros, disparando una corriente de magia que se propaga por todo su cuerpo, los dedos que estaban en sus muslos pronto se deslizan presionando por donde pasan hasta llegar a su intimidad y allí masajearon en distintas formas. Esta acción desencadenó otra ola de magia que contrasta con las mordidas y las caricias sobre sus senos aumentando su sensibilidad, puesto que ahora la otra mano de su amado frota con suavidad la zona cercana a los pezones, luego con su índice repasa una el centro del pecho.Sin quedarse atrás la vastaya se apega aun más a su amado, el miembro erecto de Rakan se siente ardiente al ser presionado por sus nalgas, con un movimiento suave, pero estimulado por las aguas comienza a frotarse contra este, pronto los gemidos de él aparecen resonando en los oídos de Xayah. Sabe que su pareja disfruta con verla desde allí y ella le encanta el sentirse deseada, aumentando así velocidad de sus caderas, este en respuesta hace lo mismo con sus manos.


La magia de ambos se desencadena al exterior provocando que el agua de la terma se torne en diversos colores, convirtiéndose en una manifestación visible de sus emociones. Rakan levanta a Xayah con cuidado y ella haciendo uso de sus manos toma el miembro de su amado y lo dirige hacia su sexo, dejándose caer lo introduce en su interior, luego se afirma del cuello y pierna de su Mieli. Él por su parte al saber que está dispuesta la toma por su cintura, ambos se mueven dejando que el nuevo calor invada sus cuerpos.

Así vuelven a danzar como uno en una noche estrellada con la luna iluminando sus caminos, sabiendo que luchan por una causa justa puesto que su mundo fue arrasado

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Así vuelven a danzar como uno en una noche estrellada con la luna iluminando sus caminos, sabiendo que luchan por una causa justa puesto que su mundo fue arrasado. Sin embargo para Xayah el saber que no tiene que combatir sola es la fuerza que le impulsa cada día, para Rakan sentir que su vida tiene un propósito mayor que las fiestas que anima, puesto que su amada es quien le anima a él.


Fin.

Runaterra: Pluma y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora