Historias cortas en el mundo de Runaterra, algunas con final feliz, otras tristes, de amor, misterio o terror. Suerte en el sorteo.
Escritos hechos por el mismo autor de la página Daremrriz de Facebook.
—No... no hemos podido... contra él. —Se lamentó Xayah tratando de golpear el suelo con su puño, pero la falta de energía le impedía reunir fuerza. —¡Maldición!
—¡Ey, alégrate! —Le interrumpió Rakan con una sonrisa, para ella, aún cubierto de sangre era lo más hermoso y encantador que había visto. —¡Lo intentamos juntos... nos mantenemos juntos!
Xayah observó que los brazos de su amado se abrían para ella, un abrazo de amor puro en sus últimos momentos. La búsqueda de un mejor futuro para su raza los había unido en el pasado, se alegro que el final fuese así, sin separarse.
—¡Mieli... gracias! —Dijo la vastaya dejándose caer en su pecho.
—¡Perdón por tan... poco! —Le contestó Rakan sujetándolo con las últimas fuerzas y restos de magia en su cuerpo.
Viego, el Rey Arruinado los miraba a la distancia, el agujero en su pecho no hacía más que arderle con una intensidad que no podía controlar. Odiaba al amor, al amor que esa pareja se tenía y el vínculo tan fuerte que poseían. Una lágrima cayó por su mejilla al recordar a Isolde, "si la muerte nos hubiese llevado a los dos" pensó, pero tras unos instantes desechó la idea.
El monarca espectral tomó una jabalina de las armas noxianas olvidadas en esta tierra, y apuntó. En un comienzo pensaba matar a uno solo de esos amantes, pero su abrazo los unía como si fuesen un solo ser.
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—¡Sea, un rey puede ser misericordioso una sola vez! —Dijo Viego en voz alta.
El rey arrojó la jabalina con fuerza sobrehumana, esta viajó recta y al escucharla Rakan se puso sobre Xayah, el acero los atravesó a los dos, pero el metal no deshizo su abrazo, solo lo fortaleció.
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