Capítulo 5

1K 89 46
                                    


POV (T/n):

(T/n): wow um, que lo tiene tan estresado jefe?

Daddy Dearest: ...

El señor Dearest se quedó en silencio. Tan sólo levantó un poco su cabeza para mirarme, soltar un suspiro seco y volver a su original posición de descepción. Nunca lo había visto así durante todo el tiempo que pasé trabajando para él, y mucho menos que esté sentado aquí, frente a mí, y no en su oficina a estas horas de la noche.

Casi siempre no tenía que lidiar con tener que acercarme a él para hablar o que él se dirija a mí por algún motivo, cosa que me hace muy bien cuando suceden sus episodios de furia por el mal trabajo de algún subordinado, o leve desesperación por negocios fallidos ( siendo tabernera me deja a un punto muy lejano de encargos potencialmente criminales ); pero en este caso... es diferente. Me concernía, quería saber qué era lo que pasaba.

Daddy Dearest: Sólo... problemas de trabajo. Hago lo que se necesita para proteger a mi hija de porquerías humanas.

(T/n): ¿Te refieres al pequeño de cabello azul? A mí me parece un buen chico-

En cuanto mencioné lo de "buen chico", Dearest me fulminó con la mirada, apoyando la barbilla con su pulgar y el resto de su puño cubriendo su boca, como intentando pensar si dispararme o no.

Así que rápidamente me callé, levantando las manos en signo de rendición y de no querer problemas.

(T/n): bien bien, me callo.

Recogí una copa y empezé a limpiarla.

D. Dearest: sigh* como sea. Qué no te vas a esta hora ehrm, __________?

(T/n): seh.. pero aún me queda algo de tiempo antes de que acabe mi turno. Así que, ¿Por qué no conversar con usted por mientras? Quiza puedo aconsejarle algo, si desea claro.
* cuelga la copa en el sostenedor*

Pasaron unos segundos de silencio entre ambos, pero por su expresión corporal, diría que se lo está tomando en cuenta; cerró los ojos, y se alejó un par de centímetros de la barandilla para después chasquear los dedos y apuntar al estante de licores detrás mío.

D. Dearest: Bien, pero antes traeme una botella.

Giré un poco atónita ante su pedido, pero nada fuera de lugar en cuanto a mi reacción.

(T/n): Qué bebida prefiere?

D. Dearest: Ron.

(T/n): Ah, veo que a usted también le gusta.

Dearest rió entredientes al momento en que coloqué la botella sobre la mesa y un clack se oyó.
(Risas del jefe siempre son buena señal )

D. Dearest: Desde siempre tuve una afición por este alcohol, no muchos logran satisfacer mi paladar.

Exclamó; posteriormente señala el lugar donde se encuentran boca abajo los vasos sobre un estante inferior, pidiendo que traera dos old-fashioned, a lo que yo ya terminaba de acomodar la botella vacía del cliente anterior.

Ahora que me pongo a pensar, si no fuera por sus gestos y el que yo no hubiera recogido el licor y la copa de la barra en primer lugar, diría que el señor Dearest ERA en realidad quien bebió y no el supuesto cliente; probablemente lo tomó él mismo de la barra porque yo no estaba atendiendo en ese momento. Quizás es por eso que no se ve tan normal como en otros días, aunque he de admitir que me impresiona su postura tan tranquila y despejada en ese estado de ebriedad (se terminó casi medio litro de licor), ya hasta parece que sólo se tomó un refresco.

~~■💜FNF Daddy Dearest x Reader💜■~~ Un Jefe AgradableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora