capitulo 1

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¡RING! ¡RING! ¡RING!

-¡Maldito despertador del infierno! -dije y estiré la mano para apagarlo y accidentalmente ( creo ) lo tiré y escuché como se rompía.

Me arrastré, literalmente, hasta el baño, hice lo que Dios manda y me dí una ducha. Hoy era lunes, el más hermoso y celestial día de la semana y como todo Lunes... Llegaba tarde a la escuela, muy tarde.

Me coloqué unos pantalones negros un poco sueltos, una remera con el logo de una banda que no conozco (lo sé... Mi mamá me compró miles de estas remeras creyendo que es mi favorita y no tuve el valor de decirle que se equivocó) y mis zapatillas favoritas color verde. Me miré al espejo, todo en orden, mi pelo marrón lacio, que según Els era una vendicion de los dioses, hacia juego con mis ojos marrones.
Salí corriendo por las escaleras, tenía que darme prisa o de verdad llegaría muy tarde .

¿Recuerdan cuando sus padres les decían que no corrieran por las escaleras? Bien, supongo que no lo recordé en ese momento ya que me resbalé y mi culo bajó los últimos escalones .

-Mierda, creo que no podré sentarme- dije mientras entraba a la cocina y acariciaba las partes dañadas.

-¿Quién no podrá sentarse ? - dijo mi mamá sin sacar la vista de una revista de chismes.

No iba a admitir que me caí, porque eso sería darle la razón de que soy torpe, y nadie quiere darle la razón a su madre.

-Hoy estás hermosa, Sara -dije tratando de cambiar de tema. Y no mentía, estaba muy producida, su pelo marrón que siempre dejaba suelto ahora estaba recogido en un moño alto y tenía un poco de maquillaje haciendo que sus ojos verdes resaltaran más - ¿Tendrás alguna cita? -dije moviendo mis cejas de arriba hacia abajo, mientras tomaba una manzana del cesto de frutas.

-Sí, con mi trabajo -dijo ella.

-Me alegra escucharlo. Me voy, llego tarde - dije caminando hacia la puerta

-Antes de irte ve a despertar a tu hermano, Val -

-¡Maamáááááá !

-¡Ve, Val!

Subí rápido las escaleras, entré a la habitación de mi hermano, Colin y me lancé sobre él.

-¡DESPIERTA RAYITO DE SOOOOOOOOOOOL! ES HORA DE IR A LA ESCUELA - grite en su oreja

-Maldición, Val. ¿No puedes despertarme como la gente normal? - dijo quitándome de encima .

-Nop, deberías peinarte porque el estilo despeinado no te queda - dije mientras salía de la habitación.

Colin es mi hermano mellizo y el mayor por siete malditos minutos, los cuales me refriega en el rostro cada vez que puede.

-¡Adiós mamá! - grité mientras salía por la puerta.

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Diez minutos tarde

¡Mierda!

Corrí por el pasillo de la escuela tan rápido como pude y en el proceso golpeé a alguien

-Lo siento - le grité a mis espaldas .

Tomé una gran respiración al llegar a la puerta de mi curso y entré.

-Señorita Losier, me alegra que nos honre con su presencia, pase por favor -dijo el profesor de genética señalando mi lugar con su brazo.

Pasé tan rápido como el corre caminos y me senté en mi lugar al lado de mi amiga Elizabet quien me dio una sonrisa.

-¿Escuchaste los rumores ? -dijo Els acercándose para que el profesor no nos escuche.

-Nop. ¿Qué?- dije inclinandome para escucharla mas de cerca.

-El dicector Robinson fue despedido -

-¡¿En serio?! ¿Qué habrá hecho ? -dije pensando en el gordis.

-Escuché que se acostó con una estudiante ....-

Me estremecí de sólo pensarlo. El hombre era un asco, gran panza, pelado, viejo y cada vez que hablaba te escupia en el rostro.

-Aggggg... ¡Qué asco! - me acomode en mi escritorio sacando libros y cuadernos cuando la secretaria del director entró al curso.

-Profesor... El nuevo director quiere ver a Valquidea -dijo buscando con la mirada donde me encontraba.
Genial, termino de sacar todo y tengo que volver a guardar.

Sí, mi nombre es Valquidea. Creo que mi mamá estaba bajo la influencia de unas extrañas sustancias cuando me puso ese nombre, no tengo otra manera de explicarlo.

-Puedes ir Losier -dijo el profesor acostumbrado a que vengan a buscarme .

-¿Qué hiciste ahora? -me dijo Els

-¡Juro que nada! - junte mis cosas y camine hasta donde estaba Susan junto a la puerta.

Caminamos en silencio por primera vez en años, ella siempre hablaba mucho y qué este tan callada me estaba asustando.

Llegamos al despacho del director y despedí a Susan.

Sabía que mi comportamiento no era el mejor, pero esta vez no tenía razón para llamarme.

Este año era el último y me comprometí a portarme bien, si quería ganar la beca para alguna Universidad tenía que tenér mejor comportamiento.

Tenía planeado decirle un par de cosas al nuevo director así que abrí la puerta

-¡Santa mierda! -dije viendo hacia el interior del despacho.

El directorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora