APOSTEMOS A LA VERDAD

Capítulo 19

-¿Y bien? ¿Cómo estuvo? -le pregunté a Jin en cuanto salimos del restaurante.

-Estuvo muy bueno, no sabía de este lugar -comentó ella con un brillo en los ojos. Realmente le había gustado la comida de aquí.

-Bueno, ahora ya lo sabes -respondí con una sonrisa divertida por su expresión tan tierna.

Ella asiente estando de acuerdo y ambos caminamos hasta el auto, volvimos a entrar en este y decidimos irnos. Hubiera preferido que esta noche fuera más larga pero no tenía ni idea de a donde más llevarla que le gustaría. La miré de reojo mientras conducía con intenciones de ir a dejarla al bosque, pero noté que observó algo fuera que llamó su atención.

-¿Huh? ¿Qué es allí? -pregunta apuntando a unas luces un poco a lo lejos.

-Ah, la feria, es muy famosa por aquí. Siempre la hacen en esta época del año -expliqué.

Ella me mira y luego hacia allí, pero no dijo nada más aunque notara las ganas de hablar. Vi por el reflejo de su ventana que hacía muecas divertidas y tiernas, las que hace cuando quiere pedir o decir algo pero no se anima a hacerlo. Me reí entre dientes y cambié la dirección para ir hacia allí.

-¿Eh? ¿Qué haces? -pregunta ella al instante y sorprendida por mi actuar.

-Quieres ir, ¿no? Pues vamos -dije y conduje hasta llegar y estacionar el auto.

Jin duda pero con una sonrisa me hace caso. Ambos nos bajamos, aunque ella más emocionada que yo. Caminamos hacia los puestos y ella miraba todo como una niña pequeña.

-Oye, Dylan, ¿podemos ir a...? -una mujer muy hermosa se le coloca en frente de ella y me sonríe con sensualidad.

-Hola... -saluda ella. Metí mis manos en los bolsillos y sonreí.

-Hola, señorita.

-Me llamo Tara, lamento mi intromisión pero... te vi y quería saber si quisieras acompañarme por la feria... ¿No te gusta la idea? -se me acerca más, moviendo sus caderas para resaltarlas.

No iba a mentir, está mujer era exactamente mi tipo, con las que siempre me junto y me encanta pasar el rato. Además de su buen físico, también su valentía de tomar la iniciativa y acercarse a hablarme. ¿Cómo rechazar tal oferta?

-Bueno, en realidad... -miré de reojo a Jin quien mira a la chica de arriba-abajo, mi sonrisa desaparece.

Esa mirada...

<<-¿Tú... crees que tengo un mal cuerpo? Porque no es tan bueno como el de otras chicas... ->>

-Lo siento, señorita... pero estoy en una cita, así que... con permiso -pasé por su lado y me acerqué a Jin quien me miraba asombrada.

La tomé por la cintura y nos alejé de la otra mujer, dejándola desconcertada y avergonzada.

-¿A dónde querías ir, Reina? -pregunté volviendo a retomar la conversación anterior. Aunque Jin aún no parecía entender lo que acababa de suceder, quizás no se esperaba que rechazara a otras.

-A..Am... b..bueno... a ese -responde finalmente apuntando a uno de los puestos, era uno de medidor de fuerza. Tan de ella...

-Está bien, vamos -respondí sonriendo.

Jin recupera esa emoción que me encanta ver ahora y fuimos a aquel juego, ella agarra el martillo. Noté la fuerza que aplicaba en su agarra y su posición perfecta para un buen golpe, entonces golpea el martillo contra el centro mismo de la plataforma.

-¡Hm! -tanto el hombre del juego como yo nos tensamos al ver cuanta fuerza tenía que hasta agrietó la campana.

-Amigo, mejor no hagas enojar a tu novia -comenta el hombre.

Sonreí de inmediato mientras Jin deja el martillo y mira seria y fría hacia el hombre, que se espanta con tan solo esa mirada.

-No somos una pareja -respondió dándose la vuelta para irse.

-Aún no -aseguré y caminé hacia ella-. Hey, Reina, ¿ya te he dicho que eres increíble?

Ella se sobresalta y se sonroja mientras me mira por mi cumplido. Sonreí al verla así pero luego noté un puesto de puntería.

-Es mi turno de escoger, vamos a ese de allí -apunté el puesto. Ella lo mira y asiente. Ambos nos acercamos y pagué para jugar.

-¿Seguro podrás hacer los seis tiros de seguido? -pregunta Jin cruzándose de brazos.

-Tengo la mejor puntería... -respondí arrogante.

-¿Por qué siento cierto doble sentido en lo que dijiste? -murmura haciéndome soltar una gran carcajada.

Eso llamó su atención en mí, lo noté por la forma en que me veía reír, aquel brillo en sus ojos jamás pasa desapercibido. Al igual que el suspiro de un grupo de mujeres cerca de nosotros.

-B..Bueno, hazlo entonces -le apresura Jin.

Asentí y lancé las seis bolsitas de arena, acertando cada una de ellas en el objetivo de mayor valor.

-Bueno, escoge -dije al tener via libre para cualquier premio.

Los de alrededor estaban sorprendidos por mi habilidad, y Jin no era la excepción. Eso me hizo sobre pensar algo... No comprendía porqué me gustaba sorprenderla, que le interesara algo en mí y no solo mi físico.
Ella se da vuelta y elige un pequeño cuervo de peluche.

-Con esto estoy bien -responde sonriendo-. Gracias...

Yo causaba esa sonrisa... me estaba sonriendo a mí por algo que hice por ella. ¿Cómo es que esto puede sentirse tan bien?

-No es nada, Reina -le devolví la sonrisa-. Vamos, sigamos viendo los demás juegos.

Ella asiente, ambos retomamos la caminata por la feria, mirando a nuestro alrededor por cosas que nos interesen. Creo que esta noche no fue tan mala...