-¿Cómo está el clan? -pregunté una vez que la película que estábamos viendo ya había finalizado. Ambos estábamos tendidos en el sofá, ella recostada contra mí, abrazándonos.
-Mejor, gracias por ayudarnos a reconstruir y todo eso -ella sonríe pero parece recordar algo-. También tengo que agradecerle a Jayd...
-Lo puedes hacer luego, ahora... estás conmigo -la abracé mejor para evitar que se fuera por su celular, ella ríe levemente y se acurruca junto a mí.
Estar de esta forma con Jin era lo mejor de mi día, pero a pesar de todo la culpa seguía presente y en mi cabeza sabía que decirle toda la verdad era lo correcto, pero me causaba tanto miedo a la vez.
¿Cómo le digo a mi novia que primero fue una apuesta estúpida para llevarla a la cama y solamente quererla para una noche nada más? Ella no merece algo así. Aún pienso que soy un idiota por hacerle eso...-¿Estás bien? -la miré en cuanto llamó mi atención, ella me estaba viendo preocupada.
Ahí me di cuenta que estaba tenso y respirando profundamente, varias veces. Cambié mi actitud de inmediato.
-Sí, no te preocupes, solo pensaba en el trabajo -me excuse y besé su frente.
Ella asiente y vuelve a acostar su cabeza en mi pecho, vuelve a atender a la pantalla de la televisión pues otra película estaba empezando.
¿Cómo se lo digo sin que me odie...? Aunque eso es casi imposible... por no decir que completamente imposible.
***
***
-Oye, ¿Cómo siguen tus heridas? -pregunta Jin.
-Están bien, no te preocupes -respondí sonriendo.
Ella camina hasta estar tras de mi y pasa su mano por las heridas casi cerradas de mi espalda. Me estremecí al sentir su tacto y ella besa la piel de aquella zona.
-Muéstrame tus alas, quisiera verlas... -murmuró.
Como si mi cuerpo obedeciera por sí solo a sus órdenes, mis alas aparecieron y pude sentir su mano acariciando mis plumas hasta hacerlas erizarse. Escuché su pequeña risa por lo que me puse un poco sonrojado.
-Esto no te ocurría antes ¿cierto? -pregunta con un leve tono burlesco.
-Pues... no, nunca... solo tú consigues que pase esto.
-Vaya... me siento especial -murmura riendo.
Me di la vuelta para atraparla por la cintura y echarnos sobre la cama, dejándola por debajo de mi cuerpo.
-Tú eres especial... más de lo que crees, Jin -besé sus labios con dulzura y ella sonríe sobre los míos.
Me acaricia los brazos y luego mi espalda. Mis alas se agitaron al sentirla y no pude evitar llevar mis manos a su trasero para apretarlo y hacerla soltar un jadeo junto a mi oreja que me erizó la piel.
-Mi reina... si haces eso no creo poder controlarme -murmuré.
-¿Y quién te dijo que lo hicieras? -responde con sensualidad.
Dejé escapar una risa pequeña mientras la veía al rostro, besé sus labios y bajé a su pecho mientras acariciaba su cuerpo. Decidí quitarle mi remera que traía puesta y besar el centro de sus senos con necesidad. Sus manos acariciaron mi cabello para luego raspar mi espalda con sus uñas, no tan fuerte para no hacerme doler. Bajé una mano y la metí entre sus bragas para empezar a frotar mis dedos en su intimidad.
-Mhmg -ella se retuerce y jadea.
Callé sus gemidos con mis labios pues los suyos se veían tan bien que quería probarlos de nuevo. Ella ahogaba sus gemidos con mi boca, mis dedos entraron en ella y disfruté de tocarla hasta el punto de enloquecerla y que finalmente se corriera. Saqué mis dedos con una sonrisa victoriosa, pero me sobresalté cuando Jin me empuja a un lado hasta tumbarme y colocarse encima.
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APOSTEMOS A LA VERDAD
Romance|| 3/4 saga "Volemos Siempre Juntos" || El regreso del hermano mayor de los Rais hizo emocionar a muchos y molestar a otros, pero más grande fue la sorpresa de todos al darse cuenta del cambio en él, pues sin duda no era el mismo que el de hace años...