Capítulo 38

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En medio de aquel beso intenso que pronto se tornó profundo y fogoso, Jin agarra el borde de mi remera para comenzarlo a subir mientras tocaba la piel de mi abdomen, la detuve al igual que cortaba el beso.

-Jin...

-¿Qué? ¿No quieres? -preguntó algo confundida.

-Por supuesto que sí, solo es que... Acabamos de arreglarnos, ¿estás segura de querer hacerlo?

-Me tuviste sin nada por dos meses y medio, y no creo que haya algo mejor que una buena reconciliación, ¿no crees?

Dejé escapar una leve risa por su comentario pero ella volvió a besarme y a intentar quitarme la remera. Al hacerlo, traza una línea de besos húmedos por mi pecho hasta mi abdomen mientras se iba arrodillando en el suelo, entre mis piernas y las separaba.
Me quitó la ropa inferior hasta que con su lengua acarició mi miembro y lo metió en su boca de una vez. Incliné la cabeza hacia atrás y solté un jadeo junto a un gemido.

-Mhm... Jin.

No tardó en conseguir ponerme duro con su boca, ¿y cómo no hacerlo? Tenerla así... era algo que no podría dejar de admirar. Movió su cabeza a la vez que acariciaba con su lengua y succionaba con sus labios. Instintivamente tomé su cabeza por detrás con una mano y sujeté su cabello un poco fuerte. Ella chupaba mi miembro e iba de arriba-abajo rápidamente, podía sentir su profundidad y calidez tan bien que me estaba volviendo loco.

-¡Mhmg!... Joder, Jin...

El placer que me hizo sentir era tanto que terminé por correrme en su boca, ella lo tragó y se relamió los labios con una leve sonrisa satisfecha. Se apartó para enderezarse frente a mí mientras yo jadeaba, Jin se quitó las bragas y luego mi camisa que traía puesta, dejándome una perfecta vista de su cuerpo desnudo. Paseé mi mirada por ella una y otra vez, pues era perfecta.

-¿No quieres una foto? -pregunta con una sonrisa.

-Me gustaría, sí.

Suelta una suave risa mientras se me acerca y me empuja más hacia el centro de la cama, dejándome acostado y con ella sobre mí, sujetando su cintura con ambas manos. Jin se inclina y me besa con intensidad. Mis manos fueron hasta su trasero para apretarlo y acomodarlo sobre mi miembro, empezó a mover sus caderas y frotó nuestros sexos hasta hacernos jadear. Sentía lo mojada que estaba y eso me calentaba aún más que antes.

-Dylan... -jadeo contra mis labios haciéndome sentir aún más desesperado.

Ella se detiene y sujeta mi miembro con una mano para acomodarlo en su entrada, comienza a deslizarse hacia abajo hasta que lo mete completamente en ella. Se sentía más estrecho y profundo en esta posición, que ambos jadeamos y gemimos al momento. Sonreí de lado mientras ambos respirábamos agitados, pero no tardamos en empezar a movernos. Di una fuerte estocada que la hizo sobresaltar hasta que soltara un gran gemido por sentir como embestía su interior hasta lo más profundo de ella. Se arqueó al hacerlo y yo seguía sujetando su cintura.

-Vamos, Jin... muévete... necesito sentirte -pedí pareciendo suplicante.

Me mira un segundo antes de sonreír estando de acuerdo y se posiciona apoyando sus manos sobre mi pecho para sostenerse, comienza a subir y bajar sus caderas, metiendo y sacando mi miembro de su interior.

-¡Mhm! Sí... así, Jin ¡Nhg! -incliné la cabeza hacia atrás y al igual que ella, yo también comencé a mover mis caderas.

Había extrañado tanto escucharla gemir, y más cuando gime mi nombre.
Llevé mis manos a su pecho apretando sus pezones, consiguiendo que ella se enderezara por aquello y se arquea hasta sostenerse de mis piernas, además de abrir aún más sus piernas para deleitarme con las vistas. No pude evitarlo y me senté hasta tenerla más cerca para besar su cuello y lamer sus pezones.

-¡Mhm! Dylan...

Jala de mi cabello hasta hacerme mirarla al rostro para besarme mientras seguíamos moviéndonos. Acariciaba con mis pulgares sus botones deliciosos mientras ella saltaba aún sobre mi miembro. Nos costó unas cuantas embestidas más hasta que pude sentir que estaba en mi límite, no aguanté mucho más tiempo y terminé en ella, impulsando su orgasmo después del mío. Pegué mi frente a su pecho jadeando al igual que Jin.

-Te amo, Jin... -hablé contra su piel, sentí sus manos acariciar mi cabello y cuando me abrazó con calidez.

-Te amo, Dylan...

Nos separamos un poco para mirarnos a los ojos antes de besarnos los labios con intensidad y necesidad. Sonreí sobre los suyos pero llevé mis manos a su trasero y la atraje más a mí consiguiendo que se separe un poco y me mire sonriendo. Se ríe un poco entre dientes pero luego besa mi cuello y me muerde mientras vuelve a moverse.

Tenemos todo el tiempo del mundo, así que prefiero quedarme con ella que ir a otra parte.

APOSTEMOS A LA VERDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora