Capítulo 15

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-Bien entendido, lo tendré todo listo para fin de mes -responde Rod, con quien estaba hablando por llamada.

-Perfecto, entonces eso es todo por hoy -respondí.

-Oye, hablando de fin de mes... Te recuerdo que solo te quedan dos semanas para cumplir con el reto.

No sé si es por su insistencia o por algo más que me está comenzando a fastidiar todo esto de la estupida apuesta con él. Es desesperante y agotador.

-Y como veo que no está pasando nada entre ustedes... será mejor que vayas preparando a las chicas para mí y mi dinero porque estoy seguro de que ganaré -habla burlesco y triunfante.

-Ya te lo dije... yo nunca pierdo -aseguré-. Y es más, estoy tan cerca de conseguirlo que me sobrarán días del mes.

-Uy sí, muy creíble.

-Piensa lo que quieras, no me importa -empecé a escuchar pasos de tacón-. Te llamaré más tarde.

Colgué la llamada junto cuando Jin entra a mi oficina de aquí en casa y deja unos papeles en mi escritorio.

-Los documentos de la semana, ya están revisados y completos -hablaba sin mirarme y con una voz monótona que me causaba gracia.

Luego de lo que pasó aquel día con los cazadores y la situación en el hospital de su clan, ella trataba de evitarme en cualquier momento, lo cual, era irónico y gracioso ya que por temas del trabajo tiene que venir seguido a mi casa y es por eso que ya le di una copia de la llave. Esto era aún mejor.

-Genial, todo está perfecto -sonreír dándole una ojeada a las páginas.

-Bien, entonces he acabado con mi turno. Debo irme.

Ella intentó irse lo más rápido posible, me levanté y la alcancé en la sala antes de que consiguiera salir de aquí.

-Espera, Jin, ya es muy tarde ¿No prefieres quedarte? -sugerí.

-Estaré bien, nos vemos.

La agarré por la cintura para detenerla pero ella saca sus alas para empujarme con estas y vuela hasta el techo del departamento para alejarse de mí. Como dije alguna vez, el departamento era muy amplio, hasta había espacio para volar un poco.

-¿Es en serio? -la miré incrédulo. Ella solo se encogió de hombros tratando de evadir la sonrisa.

-No quiero tomar riesgos -respondió-. Contigo nunca se sabe.

Resoplé y me acerqué al bar para servirme un trago.

-Tomemos una copa -comenté.

-¿Contigo? No me fío.

-Oh por Dios, no me gusta aprovecharme de mujeres ebrias. Después me dan problemas -rodé los ojos.

Eso, en realidad era cierto. No me gustaba el sexo con borrachas, además de que lo hacen peor, después arman un escándalo o se ponen a vomitar.

-¿Debo creerte?

-Me da igual -bebí un poco-. Yo solo te estoy ofreciendo una copa, que tú bebas más que eso ya queda a tu cargo.

Jin se me queda mirando, analizando la situación y mis palabras, pero luego baja hasta el suelo para acercarse a mí.

-Bien, solo una copa.

Sonreí, le pasé una copa y le serví de uno de mis tragos favoritos.

-Salud.

***

***

-De verdad que tú... eres un mujeriego idiota -Jin ya estaba arrastrando las palabras. Me reí entre dientes y tomé nuevamente de mi copa.

APOSTEMOS A LA VERDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora