Capítulo 22

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Me dejé carta en el sofá una vez que habíamos terminado de limpiar, estaba exhausto y el poder sentarme finalmente era algo que agradecía. Jin se sienta a mi lado, suspirando profundo e igual de cansada que yo.

-Lamento que tuvieras que quedarte a limpiar, no era mi idea al invitarte a venir -comenté.

-Está bien, no me molesta -sonríe comprensiva-. Oye... entonces ¿Rod quiere que te acuestes con más mujeres?

-Basicamente, sí -resoplé volteando a verla y cruzándome de brazos mientras me recostaba por el respaldo del sofá.

-No entiendo a ese hombre. Es algo... extraño.

Me reí un poco por aquel comentario pero asentí dándole la razón. Ella se acerca a mí algo apenada y tratando de disimular el hecho de que quería estar más cerca de mí.

-Bueno... ¿Entonces no te molesta que me quede? Creo que estás algo cansado y sería mejor que... -la callé al tomarla por la cintura y apegarla a mi costado para tenerla cerca.

-Claro que no me molesta, para nada.

Ella sonríe un poco y agacha la cabeza al tratar de ocultar su sonrojo, pero la tomé por la barbilla y la levanté de nuevo, uniendo nuestros labios. Jin rodea mi cuello con sus brazos y sentí como discretamente se movía sin dejar de besarme, pasó una pierna por encima de mi regazo hasta sentarse sobre mí. La sujeté por la cintura e hice que se acercara más.

El beso se profundizaba cada vez. Ella acarició mi cuello y bajó por mi pecho, sentí que quería desabotonar mi camisa y fue en ese instante que reaccioné. Me separé lentamente para verla y tratando de disimular, sonreí y le di un pequeño beso en los labios para luego hacer que se sentara de nuevo a un lado y así poder levantarme.

-¿Tienes hambre? Puedo cocinar algo -pregunté yendo hacia la cocina.

-A..Am... supongo que... podría comer algo -respondió agitada y confundida.

-Está bien, te demostraré mis otras habilidades -troné mis dedos para simular maestría y consiguiendo que sonriera.

Cuando me escondí en la cocina, dejé escapar un suspiro pesado, dejando de sonreír casi al instante en el que dejo de verme. Me quedé mirando un punto fijo en la nada por mucho tiempo, mientras pensaba y sobre pensaba en esta situación tan odiosa.

No puedo... no quiero hacerlo.

No quiero que sea mientras aún tengamos esta ridícula apuesta de por medio, no quiero ganar si es de esta forma... No quiero hacerle eso a Jin.

Me asomé por la puerta y la vi arreglandose de las consecuencias por el beso. Resoplé frustrado, tenía tantas ganas de hacerlo con ella pero no si eso significaba ganar. Prefería ser un perdedor que seguir siendo un maldito idiota.

Dejé de pensar en todo esto y me dispuse a cocinar algo que sabía que podía encantarle. Recordaba todo de ella, a lo que era alérgica y lo que odiaba simplemente, me concentré en hacer algo delicioso para su paladar. Y ver la expresión de aprobación en su rostro cuando probó mi comida me hizo sentir tanta satisfacción, lo cual me sorprendía pues pensaba que iba a sentirme arrogante. Pero no necesitaba hacerlo.

-Está... am... Está delicioso -admite apenada.

-¿Sí? Bueno, me alegro -respondí.

Jin no dejó nada en el plato, recogí la mesa y la dejé en el lavaplatos para lavar todo, pero ella apareció a mi lado y discretamente me hizo a un lado.

-Tú haz hecho la comida. Deja que yo me encargue de esto.

-Eres mi invitada, yo debería hacerlo todo -comenté tratando de quitarle las cosas pero ella se dio vuelta y me salpicó un poco de agua limpia en el rostro.

APOSTEMOS A LA VERDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora