-¿Qué tal está Australia? -preguntó mi madre.
-Me gusta, aún no logro acoplarme totalmente a los horarios pero me gusta demasiado, hace dos días fuimos a la playa, es hermosa. Ojalá estuvieras aquí -lo último lo dije con una voz átona.
-A mí también me gustaría estar contigo cielo, pero sólo quería darles espacio a ti y a tu papá.
-Lo sé mamá, me la estoy pasando bien con él, se está esforzando más de lo que ya lo hacía, me cocina todos los días sin agregar que me compra helados casi todos los días, es como el paraíso para mi paladar -ella rio.
-Me alegra que te la estes pasando bien con tu papá.
No podía estar quieta mientras hablaba por teléfono, estaba en la cama y había cambiado de posición casi diez veces ya no sabía que hacer, así que me puse de pie y comencé a caminar en toda la habitación mientras seguía hablando con mi mamá. Entonces me acerqué a la ventana y las abrí, eran las cinco de la tarde, después de terminar de hablar con mi mamá iría a dar un paseo con Akira.
Mi mamá estaba hablándome de algunas cosas y yo le respondía cuando creía que era necesario, no me gusta interrumpir a las personas, no es algo que sea de mi agrado, me molesta que lo hagan conmigo, por esa misma razón no lo hago, prefiero escuchar a la persona y dejar que termine y después opinar. Aún si la conversación ya no sea de mi interés.
Me giré al escuchar los pasos de Akira en la habitación estaba esperándome, ya sabía la hora en la que salíamos al parque ella se acostó en el suelo viéndome y le hice una seña para que me diera unos minutos, supuse que me comprendió ya que cerró los ojos.
Volví a ver a la ventana y entonces lo vi. Llevaba una pequeña libreta en la mano y tenía sus audífonos puestos esta vez podía diferenciarlo por la camisa azul oscura que llevaba.
-Jale, cariño tengo que dejarte.
-Está bien mamá, te hablaré luego.
-Te amo.
-Yo también te amo.
Después de eso, colgué la llamada, metí mi celular en el bolsillo de mi short y busqué la correa de Akira y ella al darse cuenta de levantó del suelo y corrió hasta la puerta una vez que la había encontrado bajé las escaleras y le puse la correa.
-Iré a caminar con Akira papá, no tardaré.
-De acuerdo, ya sabes Jale antes de la cena.
No le respondí, abrí la puerta y salimos de la casa, sabía que él antes de la cena aun tenía diez minutos antes de que esta se sirviera. El tiempo suficiente para lavarme las manos y darle de comer a Akira.
Cruzamos la calle con normalidad y fue ahí donde me di cuenta de lo que llevaba puesto, llevaba unos shorts cortos de mezclilla y una camisa quizás dos tallas más grandes, unos calcetines con orejitas y mis sandalias.
Le reste importancia, ya había salido varías veces así y no es algo que a las personas les interese, Bobby había llegado temprano y también se había ido antes, Gabrielle trabaja por las tardes así que esa era la razón por la que sus salidas con Bobby eran cortas.
Akira estaba caminando tranquilamente por el parque y yo me aseguraba de que nada le pasará.
-Lindos calcetines.
Su voz se escuchó cerca, me volteé y entonces vi que estaba ahí sentado, no tenía un audífono puesto y su atención estaba en su libreta, pero segundos después me vio.
-¿Gracias?
-¿Qué se supone que es? -preguntó señalando mis pies.
-¿Un oso? -dije un tanto obvia.
-Eso no se parece mucho a un oso -frunció ligeramente su nariz.
-Claro que sí.
-No.
-Sí.
-No tiene ni la forma de un oso.
-No seas tan exigente Ashton. Son calcetines para niños pequeños, lo cual significa que la forma no importa, si tú le dices a los niños que es un oso ello creerán que es uno.
-Yo no soy un niño Jale, y creo que tú tampoco lo eres -su voz se escuchó melódica.
-Eres imposible, sólo olvida lo que dije -sonrió de lado y volvió a ver a su libreta.
Movía su mano de manera delicada y no estaba recargada sobre la hoja, no quería que esta se manchara.
-¿Dibujas?
-Sí -siguió con lo suyo-. Y por esa misma razón te digo que eso no es un oso, parece un pastel de chocolate el cual fue aplastado y le pusieron ojos y un par de orejas -estaba divertido, su voz lo había delatado.
-Eso es cruel -respondí de la misma manera, entonces volvió a verme-. ¿Qué dibujas?
-Algo sin mucha importancia -se encogió de hombros.
-¿Puedo verlo?
-Lo siento, pero no.
-¿Por qué no?
-Porque no, Jale -volvió a pasar el lápiz lentamente sobre la hoja.
-Anda Ashton...
-No.
-Solo un poco.
-No.
-Has dicho que no es importante, sólo quiero verlo.
-Que haya dicho que no es importante significa que quiera enseñárselo a todo el mundo.
-Por favor...
-No, te recomiendo que no gastes tu saliva no conseguirás que te lo enseñe.
Aún mantenía su sonrisa en el rostro, ¿le divertía?, dejé de verlo para buscar a Akira y entonces la vi correr a nuestra dirección.
Se quedó conmigo por unos minutos pero al darse cuenta del chico se fue con él, Ashton cerro su libreta y la dejó a un lado y se dispuso a acariciar el pelaje de Akira. Pero se detuvo cuando escuchó la voz de mi papá diciendo que era hora de llegar a casa, Akira también lo escuchó por lo que se alejó del chico y vino hasta mi nuevamente esperando a que le colocara la correa, cosa que también hice.
-Adiós Jale.
-Adiós Ashton.
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The art of his eyes | afi
FanfictionÉl ama dibujar por las tardes mientras escucha música. Ella ama salir a pasear con su mascota todas las tardes. Publicada originalmente: 11 de junio de 2021 Terminó: 16 de julio de 2021 2da publicación: 17 de septiembre de 2022