✨Capítulo 25

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8 de agosto.


El día había llegado.

Di un último vistazo a la habitación, ahora estaba como si nadie hubiera estado allí. La cama muy bien acomodada, las cortinas cerradas y sin ningún rastro de mi o de Akira.

Solté un suspiro bastante sonoro y salí de la habitación cerrando la puerta detrás de mi, arrastrando la maleta por el pasillo hasta bajar las escaleras. La puerta principal estaba abierta y pude ver el auto de mi papá enfrente.

Akira ya estaba en el auto esperando por mi, mi papá estaba terminado de acomodar mis maletas, le ayude con la última y entró una vez más a la casa y me quedé afuera esperando...

-No te has ido y ya te extraño.

Escuché su voz a unos poco metros, me giré y lo vi ahí cerca del auto con las manos en los bolsillos y con la mirada algo triste, intenté darle una sonrisa.

Ambos nos acercamos más y lo primero que hicimos fue abrazarnos. Aspire su aroma una última vez y me aferre más a su cuerpo.

-No quiero irme -susurré.

-Yo tampoco quiero que te vayas, no quiero dejarte ir brina.

-No lo hagas -pedí.

-Tengo que hacerlo, aunque mi corazón no lo quiera tengo que hacerlo, tienes que regresar y cumplir tus metas en la universidad de tus sueños. Sería muy egoísta de mi parte si te pidiera eso -murmuró.

-Te extrañare tanto.

-Yo también lo haré -me alejé un poco de él y me obligó a verlo a los ojos una vez más-. Haremos que esto funcione aún así estés a miles de kilómetros de distancia...sé que lo haremos.

-Prométeme que no me olvidarás...

-No podría aunque quisiera, no podría olvidar a la chica que me inspiró con el arte de sus ojos. Nunca podré olvidar a mi amor de verano, que es más que un amor de verano.

Se acercó a mi y dejó un delicado y largo beso sobre mis labios y reposo su frente sobre la mía.

-Te quiero Jale.

Cuando esas tres palabras salieron de su boca sentí como si mi corazón estuviera apunto de reventar, lo había dicho.

-Probablemente pienses que estoy demente por decirte te quiero cuándo te conocí hace un mes, pero no podrías creer lo que que has despertado en mi en tan solo un mes.

-Yo también te quiero.

Esta vez yo me alejé un poco para poder verlo y memorizar cada detalle de su rostro, solo espero que esta no sea la última vez en la que lo veré. Sé que no será así.

-Te enviaré un mensaje cuando llegue a Nueva York, haremos que esto funcione.

Él me dio una sonrisa y besó mi frente, los pasos de mi papá se escucharon, volteé un poco para verlo y estaba cerrando la puerta de la casa.

Era el momento.

-Tenemos que irnos Jale -dijo caminando hasta la puerta del piloto-. El vuelo sale en treinta minutos.

-Funcionará -me aseguró.

Yo fui quien lo besó esa vez, fue un beso rápido para después alejarme de él y entrar al auto, él subió a la acera aún con las manos en los bolsillos a diferencia que ahora sonreía un poco.

El auto se puso en marcha y poco a poco nos fuimos alejando, me acomode en el asiento y respire hondo, funcionará...

Akira puso su cabeza en mi pierna y yo la acaricié, en la radio pasaba una canción de Taylor Swift y el aire entraba en las ventanas del auto.

The art of his eyes | afiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora