XXII

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El de cabellos cenizo salió de su escondite, estaba frustrado, molestó y triste, tantas emociones lo habían inundado en aquél momento, ver como el bicolor se alejaba con Yaoyorozu provocaba tantas cosas en su corazón.

Subía las escaleras con molestia, iba directo a su habitación, esperaba y Midoriya ya estuviera en la suya, no tenía ganas de verlo. Sin embargo para su mala suerte al abrir su puerta el pelieverde se hallaba ahí; lo miró y se percató que este tenía una de su camisas puesta, soltó un suspiro cansado, no tuvo más opción que entra.

—¿A dónde fuistes, Kat-chan? —cuestionó con una sonrisa.

—A la cocina.

Midoriya notó cierta molestia en la forma de hablar de Katsuki.

—¿Estás molestó?

Bakugō no respondió y sólo se recostó en la cama sin prestarle más atención a Izuku.

—Oye, no me ignores —habló con un tono fuerte—. ¿Por qué estás molestó?

—¡Maldita sea! ¡No estoy molestó! —exclamó hartó ante la insistencia de Deku—. ¿Podrías dejarme solo ahora?

El pelieverde se abalanzó sobre el cuerpo de Katsuki y lo abrazó con fuerza.

—¿Qué pasó Kat-chan?

Bakugō ante el abrazó de Midoriya lo único que puedo hacer fue alejarlo con brusquedad, ya no quería seguir con esa farsa de «relación».

—Lo de anoche fue un error.

—¿De qué hablas? —dijo con cierto temor en su voz.

—Tener sexo contigo.

—No digas eso Kat-chan, ambos lo disfrutamos; lo más seguro es que estés confundido. Te dejare descansar. —habló para después levantarse de la cama, estaba dispuesto a irse cuando el grito de Bakugō lo detiene.

—¡No! Deku entiende, nuestra relación no puede seguir; ya no siento lo mismo por tí —musitó, estaba seguro de sí mismo está vez terminaría farsa—. Quiero terminar nuestro noviazgo.

Midoriya empezó a reír, esto desconcertó a Katsuki, ¿por qué Izuku reía? ¿Había dicho algo gracioso?

—No Katsuki, tú no puedes terminar conmigo.

—Aceptalo Deku. Tú y yo terminamos.

—No estás entendiendo, ¿cierto?

—¿De qué mierda estas hablando? ¡Explícate!

—Kat-chan~ sí tú me dejas haré que todos te conozcan como un maldito violador.

Las palabras que salieron de la boca del Izuku hicieron que un frío recorriera la espalda del cenizo.

—No te atreverías.

—¿Quieres observar que sí lo puedo hacer? —cuestionó con una sonrisa cínica en su rostro—, sabes que no te conviene, todos estarían a mi favor, mientras a tí nadie te creería.

Katsuki calló ante lo dicho, el oji esmeralda tenía razón, nadie le creería, todos estarían de su parte, puesto que; por la actitud de Bakugō lo más probable es que todos lo tacharan como el culpable. Pensar que el heterocromico pesará eso de él lo aterraba. Todoroki era la única persona que lo hubiera apoyado antes, pero lo había perdido, había arruinado todo con él, de cierta manera también había perdido a sus amigos más cercanos, está vez estaba solo.

Al no escuchar repuesta del contrario Midoriya supuso que Katsuki había entendido lo que dijo.

—Nos vemos mañana Kat-chan, está vez tendrás que hacer todo lo que yo diga~

Cartas para el chico de ojos rubíes [TodoBakuTodo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora