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Mandó lo más rápido posible la grabación a Kirishima; a paso apresurado también se fue del lugar, sabía que Midoriya ahora estaba más que molesto y seguramente se desquitaria con le pobre rubio.

Corrió como nunca antes lo había hecho, se apresuró tanto como sus pies se lo permitieran, quería llagar antes que Izuku a la habitación de Bakugō, ya no deseaba tener que volver a ver al el rubio golpeado.

El destino estaba de su parte, pudo llegar a tiempo a la habitación de su persona favorita. Estando ahí tocó la puerta con desesperación, sentía que si se tardaba más el peliverde llegaría.
La puerta fue abierta por un chico de tes pálida, al verlo se sorprendió mucho.

—¿Todoroki? —Cuestionó muy asombrado, no esperaba esa visita.

El bicolor sin decir nada tomó con fuerza la mano del rubio y lo jaló fuera de su habitación, lo arrastro lejos de ahí; el destino a donde iban era la alcoba del heterocromico, ahí podría explicarle todo a Bakugō.

Estando ya ahí el rubio fue el primero en hablar, toda la actitud del contrario lo tenía sumamente confundido.

—¿Qué pasa Todoroki? —preguntó un tanto inseguro.

Unos cálidos brazos rodearon su cuerpo de repente, esto sorprendió mucho a Katsuki, Shōto lo había abrazado.

—Lo hemos logrado Bakugō, Midoriya ya no te podrá seguir amenazando.

Su mente se quedó en blanco, trataba de procesar las palabras de Shōto, ¿de verdad había sido posible eso?

—¿En serio? —Preguntó aún si créelo por completo.

El bicolor solo asintió; en ese momento Bakugō correspondió el abrazado, lo abrazo con tanta fuerza como si su vida dependiera de ello, y sin poder evitarlo las lágrimas salieron; después de seis largos meses aquellas lágrimas ya no eran de tristeza o de sufrimiento, eran lágrimas de felicidad. Esta más que feliz, al fin podría dejar a Midoriya el chico que tanto daño le causó, que innumerables veces marco su piel con golpes. Abandonaría al chico que una vez juro amar con toda su alma.

—¿Cómo lo has conseguido? —preguntó mientras se alejaba del más alto.

—Bueno, no fue tan difícil.

Empezó a relatar a Bakugō todo lo que había hecho para conseguir la grabación —claramente también hizo que escuchara esta—.

[...]

Después de un rato por fin había convencido Todoroki a Bakugō de que enfrentará a Midoriya; el rubio lo haría, había reunido todo el valor que aún tenía para poder hacerle frente al chico de pecas.

Bakugō llegó a su habitación y al entrar ahí estaba su «novio» esperándole.

—¿Dónde estabas?

—Que te importa —Vocifero, estaba harto del peliverde, verdaderamente lo odiaba con todo su ser.

El pecoso se levantó de la cama y se acercó a Bakugō, pero esta vez el rubio ya no temblaba ni nada de eso, solo lo veía con odió.

—No te hagas el valiente, sabes bien que eres un cobarde.

—Ya no lo soy. Es más me encantaría decirte algo —inhaló antes de seguir hablando—. Se acabó esta farsa de relación; quiero terminar contigo.

Una risa sonora se escucho por la habitación. —Déjate de bromas Katsuki, sabes que no puedes.

—No podía, ahora ya. —una sonrisa salió de sus labios.

—Vamos cariño, ya sabes que pasa si me dejas, todos sabrán que eres un violador.

—¿Violación?, pero según tú nuca ha existido una violación entre nosotros. 

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⏰ Última actualización: Jan 21, 2023 ⏰

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Cartas para el chico de ojos rubíes [TodoBakuTodo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora