Corria por los pasillos con una gran desesperación, corria tan rápido como si su vida dependiera de ello, mas no estaba del todo equivocado, sino llegaba a su habitación antes que Midoriya este lo mataría.
Había llegado, jedeos salían de sus labios, intentaba recuperar la respiración correctamente, había corrido desde el otro lado de la escuela hasta ahí lo más rápido que sus piernas se lo permitieron; reguló su respiración, con temor tomó el plomo de la puerta y lo giró lentamente, al abrirse por completo la puerta pudo divisar a alguien que lo dejo congelado del miedo, Midoriya se hallaba ahí.
—Bienvenido Kat-chan~
Bakugō no respondió, tenía tantas emociones dentro de él, sin embargo la que más predominaba era el miedo.
—¿Dónde estabas? Llevo un rato aquí esperándote.
—Yo... —quería formular alguna oración, pero ninguna palabra salía de su boca.
El pecoso se levantó y a pasos lentos comenzó a acercarse a el de piel pálida; por instinto Bakugō empezó a retroceder y sin querer lo su cuerpo empezó a temblar.
—Te he preguntado, dónde estabas. Responde Katsuki, ¡¿DÓNDE MIERDA ESTABAS?! —su puño impacto contra la pared acorralado así Bakugō.
—E... estaba en el club... —tartamudeo.
—Eres un mentiroso.
—No, no estoy mintiendo, te juro que estaba en el club.
Una risa sarcástica escapó de los labios del pecoso.
—Maldito mentiroso... eres un puto mentiroso, ¡te vieron con Todoroki detrás de la escuela!
Los ojos de color rubíes se abrieron con sorpresa, ¿cómo se había enterado de ello?
—¿Quién te dijo eso?
—¿Así qué no lo niegas?
El de ebras rubias se dió cuenta del error que había cometido, era un estúpido, ahora tendría más consecuencias por su torpeza, no obstante temía más que el peliverde le hiciera algo al bicolor.
—Katsuki, ¿tú crees que enserio Todoroki quiere algo contigo? ¡Eres una puta!, ¿de verdad crees que el te quiere? Seguro solo quiere que le hagas una puta felación. No sirves para nada, nadie a excepción de mí te soportaría y mucho menos un chico tan popular y guapo como Shōto, tarde o temprano te mandara a la mierda, es el único lugar donde verdaderamente perteneces. —Una sonrisa cínica adornaba los rojizos labios de Midoriya.
Lágrimas empezaron a salir por los lindos ojitos de Katsuki, pero estás no era lágrimas de tristeza, eran lágrimas de rabia, cada palabra del pecoso hizo que su sangre hirviera de coraje, todo lo que salía de la boca de Midoriya no eran más que falacias, Shōto no era así, él era diferente.
—Todoroki no es como tú, él sí es un hombre, él no amenaza a las personas para que se queden a su lado; no inventa una maldita violación que nunca sucedió, después de todo, aquí la única MIERDA en todos los sentidos eres TÚ, el solo verte me causa náuseas, ¡Tú eres una puta, porque yo no lo soy!, Eres un- —antes de poder acabar de hablar sintió como un puño impactaba con fuerza su mejilla, esto ocasionó que cayera al suelo.
—¡CÁLLATE!
El puño de Midoriya había impactado con fuerza sobre el rostro de Katsuki.
Bakugō tomó su mejilla; una sonrisa cínica adornó los rojizos labios del rubio. —La verdad duele, ¿no es así, Deku?
Con la rabia invadiendo todo su cuerpo se abalanzó sobre Katsuki y comenzó a golpearlo; un golpe tras otro chocaba contra el bello rostro de Katsuki, todos estos golpes iban acompañado de un insulto tras otro, el rubio hacía lo que podía para intentar defenderse, pero era en vano después de todo Midoriya lo tenía acorralado. Sus lágrimas no tardaron en salir de sus ojos, quería que el peliverde parase, su rostro ya dolía demasiado y de su nariz salía un líquido carmesí comenzaba a brotar.
[...]
Obscuridad es todo lo que había en la alcoba del cenizo. Midoriya se cansó de golpearlo así que se retiró a su habitación, claro está que lo había amenazado de mil formas diferentes antes de irse.
Bakugō estaba aún en el piso, las lágrimas habían parado al igual que la sangre, sin embargo aún dolía; dolía todo su cuerpo; dolía su orgullo; le dolía el haber sido tan estúpido y no darse cuenta antes de la clase de persona que es Midoriya.
Con sus pocas fuerzas se levantó del piso y como le fue posible fue a su escritorio donde estaba el botiquín de primeros auxilios, sacó un poco de alcohol; algodón; parches y algunas vendas, con eso en mano procedió a curar sus heridas para que estás no se fueran a infectar.
En el proceso de curación sin querer movió de una manera brusca el escritorio y de el cayeron todas la cartas que le había escrito Shōto; con una sonrisa melancolíca las recogía del suelo y, sin previo aviso las lágrimas empezaron a correr por sus ojos nuevamente.
—Perdón, si tan solo hubiera conocido tus sentimientos en ese entonces, tu forma tan amable de ayudar a los demás, tu bondad, tu inocencia que a veces puede llegar a ser la de un niño, te aseguro que si hubiera conocido eso antes, habría caído enamorado de ti. Te extraño... extraño tus cartas con lindas palabras que me alegraban el día.
De nuevo Bakugō se lamentaba por el pasado, mas eso no servía de nada, no importaba cuando lo sintiese, el «hubiera» no existe y el pasado nunca se podrá cambiar.
¡Holaaaa! ¡Volví!
Estoy de regreso con más motivación y decidido a acabar este historia para así poder comenzar las demás. (~ ̄³ ̄)~¡Gracias por todo su apoyo! ♡
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Cartas para el chico de ojos rubíes [TodoBakuTodo]
FanficTodoroki está enamorado de Bakugō, pero este tiene miedo al rechazó, teme el no ser correspondido por la persona que ama. Tan grande es su miedo al rechazó que decide escribirle cartas en anónimato a Bakugō expresando aquel tan hermosos sentimiento...