XIV

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Al día siguiente el bicolor se había levantado de de su cama, los ojos los tenía hinchados de tanto haber llorado; lloró hasta que se quedó dormido la cabeza le dolía ni siquiera tenía ganas de levantarse para ir a clases, pero con las pocas energías que tenía tomó su uniforme y comenzó a vestirse, al acabar agarró su mochila junto con la carta que había escrito anoche y se dirigió al salón.

Caminaba por los pasillos de la escuela pensando en dónde dejar la carta puesto que; a esta hora ya había personas en el salón y lo que menos quería era ser visto, suspiró tal vez después de clases se la podría dejar en su casillero. Al llegar al salón de clases se dirigió a su asiento, se sentó, posó su cabeza sobre el pupitre quería descansar un poco, cuando volteó su cabeza hacia la puerta lo primero que vió fue como Midoriya y Bakugō entraron tomados de la mano, eso le rompió aún más el corazón tenía nuevamente ganas de llorar; volteó a otro lado para así evitar verlos, obviamente por todos los de la clase no pasó esto desapercibido y, los más cercanos a Bakugō y Midoriya se acercaron a preguntar.

Como era de esperarse Midoriya hizo pública su relación con Bakugō; Todos quedaron sorprendidos ante lo dicho por el peliverde sin embargo empezaron a felicitarlos por su relación todos estaban felices por ellos después de todos eran sus amigos.

Los chicos estaban rodeados por toda la clase A, pero Todoroki no estaba ahí, seguía en su asiento mirando hacia la ventana, esta acción no pasó desapercibida por Yaoyorozu quién era una de las amigas más cercanas de Todoroki; se alejó de todo el círculo y fue directo hacía Shōto tocó su hombro y le dijo:

—Todoroki, ¿te pasa algo? —Habló preocupada la chica.

El heterocromatico al escuchar la voz de su amiga volteo su mirada hacia ella.

—No. —Contestó de una manera fría.

—Sino te pasa nada, ¿por qué no vas a felicitar a Midoriya? ¿Se han peleado por algo?

—No, no he peleado con Midoriya... Enseguida lo iré a felicitar para que veas que no pasa nada entre nosotros, y dejes de preocuparte por eso. —Le dijo, lo que menos quería era tener preocupada a su amiga.

—Todoroki... Sé qué te pasa algo; Sí tú no quieres felicitar a Midoriya no tienes que hacerlo, por favor dime qué te pasa, puedo ver la tristeza en tus ojos, me percaté de ello desde que llegaste al salón, pero estaba insegura de preguntarte...

—Agradezco tu preocupación, pero de verdad no pasa nada, estoy bien es sólo que me dolía un poco la cabeza por esa razón me veía así. —Se levantó de su pupitre y miro hacia la pelinegra y le regaló una sonrisa.

—Todoroki... —Susurro, pues el chico ya se había alejado de ella.

Shōto camino hasta dónde estaba el peliverde, se abrió paso entre sus compañeros y se colocó frente a la pareja; después de todo Yaoyorozu tenía razón Izuku era su mejor amigo y tenía que estar feliz por él a pesar del dolor que estaba sintiendo.

—Muchas felicidades por tu relación Midoriya, les deseo lo mejor espero que sean muy felices juntos. —Les dijo a ambos con una sonrisa.

—¡Muchas gracias Todoroki!

El rubio se quedó callado sin decir nada, sólo mirando la sonrisa de Todoroki.

[...]

Había llegado la hora de ir a sus respectivos clubs, todos los alumnos salían del salón para ir a sus clubs.

—Vamos Todoroki. —Le dijo Yaoyorozu, ya que el bicolor no se había levantado de su lugar.

—Adelántate estoy buscando mi pluma, se me ha caído.

—¿Seguro? Puedo esperarte sí quieres.

—Está bien, enseguida voy por favor adelántate.

—Vale, nos vemos luego.

La pelinegra salió del salón, el único que había quedado era Todoroki, de su mochila sacó un sobre color azul se dirigió al lugar de Bakugō y con cuidado de no ser visto dejó las cartas sobre la mesa.

Salió del salón lo más rápido que puedo, el pecho le dolía, dado que; en esa carta había expresado todos sus sentimientos y a la vez se despedía de rubio porque él quería qué Bakugō fuera feliz a pesar de que él no fuera el causante de esa felicidad. De lo que no se percató el bicolor fue de que alguien lo miraba desde la puerta, y esa persona era Bakugō; el rubio había olvidado algo en el salón así que le dijo a Midoriya que volvería por al aula, el de ojos verdes le dijo que sí, así que volvió y cuando llegó observo de que el bicolor aún no se había ido y que éste estaba en su pupitre, iba gritarle que hacía ahí pero se detuvo al ver como éste sacaba una carta de su mochila, se quedó impactado decidió esconderse para no ser visto, cuando el bicolor salió corriendo entró y tomó la carta, no lo podía creer Todoroki era el chico qué le había estado mandando cartas.

Con un poco de inseguridad abrió la carta y la comenzó a leer.

Hola, espero que le este gustando la historia, esto días no he podido publicar los capítulos semanales en compensación en unos momentos le subiré otro capítulo

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Hola, espero que le este gustando la historia, esto días no he podido publicar los capítulos semanales en compensación en unos momentos le subiré otro capítulo.

Disculpen las faltas ortográficas. T_T

Cartas para el chico de ojos rubíes [TodoBakuTodo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora