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No estoy muerta asies

Tyrone se despertó y se dió cuenta que estaba en la cama del pingüino, el cual notó también que estaba acostado a su lado, dormido.

–¿Desde cuando empecé a dormir aquí... con él?– pensó. Recordó cuando aún se negaba a dormir juntos como si fuera sido hace poco.– ¿Cuánto tiempo ha pasado desde entonces?

Miró al pequeño y trató de salir de la cama sin despertarle. Luego, se dirigió al baño para hecharse agua a la cara, cosa que solía hacer en las mañanas. Se miró al espejo que estaba enfrente de él y se analizó, y después miró con detenimiento una pequeña cicatriz que tenía en el cuello. Él no recordaba cuándo o cómo se lo había hecho, simplemente estaba ahí, pero posiblemente solo haya sido a causa de alguna pelea. Se miró una última vez con desagrado y bajó a la cocina.

Un rato después, el alce se encontraba en el comedor con una taza de café a su lado, mientras trabajaba. Desde que inició la pandemia ha dejado de ir presencialmente al trabajo, en cambio, ahora lo hacía desde la laptop de Pablo, quien se la había prestado, pero estaba ahorrando para comprar una propia. No podía dejar de pensar en la última vez que salió del trabajo para llegar a casa, sin saber que no volvería en mucho tiempo; ¿Cuánto tiempo ha pasado desde entonces? Se suponía que solo se quedaría en casa por dos semanas, pero dos semanas se convirtieron en un mes y medio.

Hizo una pausa y bebió de su taza para tratar de calmar su dolor de cabeza. –¿Ty? –Escuchó una voz, se giró y vio al pingüino dirigiendose a él. –¿Pasa algo?– Preguntó nervioso.

–No... –Contestó sin mirarlo.– No pasa nada.

Hoy este fanfic cumple dos años btw por eso procuraré actualizar más.

relación caótica • TyronexPabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora