relación caótica • TyronexPablo

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–¿Seguro que no pasa nada? –Insistió el pingüino.– Siento que te ves algo... –No continuó la frase, en cambio, se acercó un poco más para que el otro volteara a verlo.

–¿Qué? ¿Por qué te callaste?

–¿Te gustaría que te llevara a un lugar? –Propuso emocionado, con una sonrisa y ojos abiertos.

–Pues ya que...

•  •  •

Los dos habían llegado, Tyrone no sabía que era exactamente el pequeño establecimiento que tenían delante; no tenía algo en el exterior que lo indicara y no se podía ver mucho desde las ventanas.

–Espérame aquí, no voy a tardar. –Dijo el azul con ánimo mientras entraba al edificio. Por otro lado el alce notó que había una banca cerca de donde estaba y se dirigió ahí.

No pasó mucho tiempo para que Pablo finalmente saliera. No le fue difícil encontrar a su acompañante y caminó hacia él.

–Mira, Ty. –Mostró una bolsa de plástico que llevaba de la mano.– Compre empanadas, sé que te gustan mucho.

–...Ni siquiera las llegué a probar aquel día...

–¿A dónde deberíamos ir? –Le ignoró. –Tal vez al parque, o puedo invitar a Uniqua, ¿Qué opinas?

–Pue--

–Ven Ty, ¿Qué esperas? Vamos a casa. –Le interrumpió emocionado. Mientras hablaba empujaba el brazo del otro para apurarlo a que se levantase.

–¿Siempre se pone así con las empanadas? –Pensó Tyrone para sí mismo.

Unos momentos después, los dos estaban en la casa junto con la rosada.

–¡Ay, Pablo! –Exclamó la invitada– Comes muy deprisa, trata de calmarte.

–¿En serio? –Respondió el otro, con el pico llena después de morder la mitad de una empanada.– Es que no me doy cuenta aveces. –Dijo algo apenado, pero aun así con una sonrisa.

Tyrone los miraba desde el sofá, y veía con atención al pequeño. Tiempo atrás le irritaba un poco, pero por alguna razón que no entendía sentía 
algo cuando observaba su sonrisa, ¿ese algo era bueno o malo? él todavía no lo sabía.