2538

Arc_1 (Registro 03) (3)

Luke vio el mapa en su visor y notó que eran aliados, por ende hizo una seña con sus manos para que bajasen las armas.

—Son aliados, bajen las armas —Había dicho Luke en voz alta, para que todos escucharan.

Todos procedieron a bajar las armas y volvieron a descansar. Los del otro pelotón aparecieron de entre las hojas, estos estaban cubiertos de sangre, la cual no era de ellos, estaban sudando debido al esfuerzo y la temperatura del equipo, la cual no pudieron ventilar debido a la presión del momento, sin dudarlo todos activaron la ventilación, unos pequeños agujeros ocultos en el traje se abrieron y el vapor de los motores comenzó a salir de las botas y la pechera, era un alivio para ellos.

—Qué frescor hay, el calor me mataba —Dijo el líder respirando para ventilarse con el aire frío de la noche, tenía sangre en la cara.

Los demás se rieron ligeramente, era todo un alivio para ellos también.

—Lástima no ha terminado, el estrés me dará arrugas a este paso... —Añadió una chica joven, era la mano derecha del líder, Diane, conocida como «La dama carmesí».

Se le dio ese apodo incluso entre los de alto rango, se debía al color de su equipo, tenía una pequeña variación en el color, no era rojo sino carmesí.

—Con, o sin ellas, pareces una vieja —Martijn lo dijo de manera burlona.

— ¡¿Qué dijiste?! —Ella procedería a darle un golpe mientras hacía un puchero.

El líder soltó unas risas antes de ponerse serio y comenzar a informarle a los reclutas sobre el siguiente paso.

—Bien, reclutas, como ya saben, nuestro siguiente paso será recuperar la base militar de aquí y exterminar a cualquier enemigo, hasta que recibamos la orden junto con los refuerzos descansaremos aquí.

Luego de todos escuchar eso, tomaron asiento en la grama y descansaron, era una especie de calma después de la tormenta. Algunos incluso tomaron una pequeña siesta, una buena manera de liberar el cansancio, esa emboscada fue exhaustiva para el pelotón experimentado.

Alrededor de una hora después, una aeronave, muy parecida a la que les dejó en la isla apareció, solo que esta era más grande, llegó junto con una cara conocida, el general. Estaba mirando hacia los dos pelotones descansando, cuando la nave aterrizó todos se levantaron y saludaron al general quien inmediatamente había bajado incluso antes de que la nave tocase el suelo, los refuerzos vinieron tras de él y se formaron.

–Supongo que no tengo que explicar qué haremos, los médicos también vienen —Tras haber dicho eso, se les entregó el armamento correspondiente a la clase que pertenecían los médicos, luego llevaron al herido a la aeronave que había aterrizado —. Andando, no hay tiempo que perder.

Tras su orden, todos rápidamente se alistaron y siguieron al general, quien llamó con un botón a una flota de trece camionetas off-road, estas eran perfecta para el entorno en el que estaban y ayudarían a llegar más rápido al otro lado de la isla. Cada uno de los presentes se montó en una de las camionetas, Makoto junto a Mary, Micah y Luke se montaron en el mismo vehículo, estos eran autónomos así que no habría que preocuparse sobre el manejo de estos, compartían una red de información, con asignar el destino en una de las camionetas, las demás encontrarían el camino al mismo lugar.

En fila salieron aquellos vehículos, al ser eléctricos no hacían mucho ruido, lo cual era perfecto para mantener un perfil bajo, el camino fue ajetreado debido a los escombros por todo el lugar, había cuerpos de Reapers renegados en el lugar donde se habría librado la batalla, para restregar sal en la herida de Makoto, este volteó y vio el cuerpo de aquella mujer tirado en el suelo, dándole una sensación desagradable, Mary se percató de esto, haciendo sus sospechas cada vez más grandes.