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Arc_3 (Registro 02)

Registro 02:

El pasado siempre es una parte importante para cualquier persona, sea bueno o malo, es algo que te hizo ser la persona que eres a día de hoy, cada persona tiene pasados distintos, por ende, influencias, experiencias, desgracias y alegrías distintas. Quiero brindar un vistazo a los pasados de nuestros personajes, solo para no dejarlos en misterio antes de llegar a puntos más avanzados de la historia. Iré por partes, y mostraré solo los hechos más importantes de cada uno.

Registro del pasado 01, Mary:

23 de noviembre, 2528: Mary tenía quince años en ese momento, era una pequeña que no era nada alegre a pesar de tener todas las comodidades posibles, e incluso más que eso. Su rostro siempre mostraba una expresión alegre, pero no era más que una fachada, la historia era muy diferente.

La pequeña muchacha se encontraba caminando rápidamente por los pasillos alfombrados de su gran casa, su vestimenta era como la de una princesa de la era medieval. Tenía sus puños apretados y su boca temblaba, era evidente que sentía frustración, enojo y sobretodo..., impotencia. Estaba intentando reprimir sus ganas de llorar, pero le estaba costando.

—Siempre es lo mismo, no hagas esto, haz esto otro porque es mejor para tu imagen. «No juegues con esos niños, son monos de clase baja, arruinará tu imagen» —Citó con una voz de burla —. «Vestirás lo que yo te dé, sin quejarse, debes mantener tu imagen» —Citó con el mismo tono de voz —. Imagen, imagen, imagen..., ¿qué soy?, ¿una tonta fotografía?

Mary llegó a su cuarto y abrió la puerta de golpe, sorprendiendo a una de las sirvientas de la casa, estaba arreglando la cama de esa habitación.

—Señorit... —Ni siquiera pudo terminar su primera palabra antes de ser interrumpida.

—Fuera —Dijo Mary.

—Pero, señorit...

Nuevamente fue interrumpida la sirvienta.

— ¡Dije fuera!, no me importa lo que tengas pendiente aquí, solo vete —Su brazo estaba extendido, señalando la salida, podía verse claramente cómo temblaba, junto a su expresión de enojo la sirvienta se dio cuenta.

—Como desee, señorita Sapkowski —Respondió, dejando todo de lado.

La sirvienta caminó fuera de la habitación, sin decir nada, solo mantenía la cabeza baja. La puerta detrás de ella se cerró, solo ahí ella caminó y se lanzó a su cama, allí hundió su cara mientras golpeaba el colchón con fuerza, para intentar calmar su rabia. «Solo dos años más, solo dos para ser libre» pensaba repetidamente Mary, era su forma de mantenerse calmada, pues quería dejar esa familia lo más rápido que ella pudiese. Su padre y su madre siempre le estaban presionando, todo para mantener una buena imagen de la familia Sapkowski, quien era bien conocida. Ella siempre sentía mucho estrés, sea por los regaños de su madre y padre, o sus constantes presiones para el tema de los estudios, siempre debía sobreesforzarse hasta el punto extremo de enfermarse para tener las mejores notas, de otra forma recibiría un castigo severo (a veces no tan severos, podían también ser más normales, sea haciendo labores de la casa por cierto tiempo, sin ayuda). Cualquiera pensaría que eso no es una buena vida, pero así era el día a día de la pequeña Mary, no todo es color de rosas para las personas de alta clase.

—Algún día pasará todo esto, Mary, algún día... —Esas palabras eran repetidas todos los días por su mente.

Mientras el tiempo pasaba, Mary seguía su vida como todos los días, aguantando los constantes regaños de sus padres, que cada vez se hacían peores, ya que notaban que sus calificaciones bajaban poco a poco, por lo que los regaños dejaron de ser solo eso, pasó a ser abuso verbal, insultando a su propia hija por ser una «inútil», los insultos iban cada vez más lejos, y en un punto, cercano a su cumpleaños, se volvió abuso físico, llegando a ser golpeada y maltratada de todas las formas posibles, no había día en el que esa muchacha no recibiera un golpe, los moretones en su piel eran notables a simple vista. Ella lloraba en silencio todas las noches, maldiciendo que su vida fuese así, preferiría ser alguien de los barrios bajos, pero viviendo una vida más libre que una persona de clase alta, pero con la vida tan estricta que pareciera ser planeada de inicio a fin.