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Arc_4 (Final)

Rex se reunió con Makoto, y los demás soldados empezaron una búsqueda de algún sobreviviente enemigo, frecuentemente se escuchaban decenas de disparos, siendo civiles contra los que se enfrentaban, era algo más fácil lidiar con ellos, a pesar de tener capacidades físicas más altas que los humanos, tenían la ventaja por el armamento a mano. Las naves pasaban lentamente por el cielo, recorriendo el lugar donde vivían los enemigos, acabando lentamente con el lugar que les tomó tiempo crear, como si fuese una maqueta de papel maché.

—Esto ha sido tan sospechosamente fácil, tal vez por el hecho de que solo estamos matando civiles sin defensa...

Una transmisión interrumpió su corta conversación, era proveniente del general, se imaginaban que era algún llamado de atención, o algo parecido. Unos segundos de estática llegaron a los oídos de Makoto, que luego se convirtieron en un sonido entendible, la voz del general articulando palabras.

— ¡Hoshida, debes ir directo al gran edificio del centro!, todavía quedan tres de los secuaces de Xtrellia, pero podremos manejarlos, ¡debes mantener tu energía reservada para el jefe final!

— ¿Quiere que les deje a esos tres a cargo?, me parece una orden imposible, señor. Son los tres más fuertes esos que están ahí.

—Hoshida, créeme que debes tener toda la energía disponible. No te confíes por solamente tener el poder que tienes, eso te hará morir.

Makoto encontraba algo de razón en las palabras del general, pero no quería dejarles una carga tan pesada a ellos, sabiendo su poder. Apretó sus puños y respiró mirando al cielo infinito.

—Hazle caso a tu superior, mocoso. Puedo asegurar que no quieres meterte en una pelea con una falta de energía, especialmente con Xtrellia, en la guerra se busca el bien mayor, no el bien individual, y debes ser consciente de eso. Sacrifica para ganar —Añadió el Vraxart, la opinión le hizo cambiar de parecer, no por sus palabras, sino porque de todas formas sería obligado a ir.

Este no esperó más y tomó impulso clavando sus manos en la pared de un edificio, repitió eso hasta llegar a la cima, y allí pudo ver su destino, un gran edificio, tanto alto como ancho, con una construcción parecida a una antena en la punta. Makoto estaba a alrededor de medio kilómetro de distancia, tendría que saltar de edificio en edificio si quería llegar ahí. Cargó una cantidad suficiente de energía en sus piernas, y empezó a recortar el camino vía los tejados del lugar, tras menos de un minuto, estando alrededor de cien metros del lugar, fue sorprendido por debajo, era uno de los mariscales, quien venía a darle un golpe desde abajo, Makoto giró su cuerpo y evitó el golpe por poco, aterrizó de espalda en el edificio siguiente. El mariscal decidió no perder tiempo y se lanzó hacia él nuevamente, pero en el momento en el que estaba en medio de los dos edificios, el general, sin su traje espacial, apareció para cortarle a la mitad con su lanza, y enviándolo hacia abajo.

— ¡Corre, Hoshida, corre sin mirar atrás!

Makoto hizo caso a la orden, y siguió el camino hasta que finalmente irrumpió en el edificio. Pulsos de luz morado pudieron verse a través de los pisos de este mismo, era Makoto subiendo y destruyendo todo a su paso. El general volvió a concentrarse en lo suyo, cayó en el suelo y ahí estaba su oponente, completamente curado, como era de esperarse. Reconoció su cara cuando ambos cruzaron la mirada, excompañeros de un pasado lejano, borroso, y casi perdido. Los Klairin presentes en el lugar estaban desconcertados ante la escena.

—No es el mejor encuentro que se pueda imaginar, aún más con un excompañero —El general intentó abrir conversación, solo por intentar distraerlo.

—Tú mismo lo has dicho, excompañeros, las formalidades ni los reencuentros son importantes —Respondió, chocando su puño contra la palma de su mano opuesta, su voz no era profunda, más bien, era algo aguda para como se veía su cuerpo fornido —. Aquí solo hay enemigos, y la pelea no acabará hasta que uno de los dos sea un cadáver.