Arc_3 (2)

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Aquellas escenas no tenían sonido, solo imágenes. La frecuencia con la que estas iban y venían aumentaban con el pasar de los segundos, llegó un punto en el cual Makoto no podía seguir el ritmo debido al cambio tan rápido, un sonido de estática comenzó a retumbar en sus oídos, este iba aumentando su intensidad progresivamente, él no sabía bien qué hacer, solo se inquietaba ante ello. No tenía un cuerpo físico el cual mover dentro de ese sueño, solamente podía ver y oír, esperando que todo acabe rápido. El sonido cesó, las imágenes cesaron, ahora solo era un vacío, pero esta vez Makoto sentía tener un cuerpo para moverse, cosa que confirmó tras que una luz blanca apareciese por encima de él, esto lo calmó un poco, aunque eso desapareció al subir la mirada. Cientos, o miles de figuras oscuras, con ojos completamente blancos se encontraban alrededor de él, Makoto estaba encima de una especie de plataforma, que le mantenía por encima de todos, dándole una vista más amplia, aunque solo se veían esas figuras.

— ¿Qué es todo esto? —Se preguntó, no recibió respuesta.

Makoto se quedó pensando qué podría ser todo esto, solo pensó vagamente que podría estar relacionado a los recuerdos del Vraxart. La luz de arriba se hizo más intensa durante unos segundos, y cambió a color morado, luego volvió a la normalidad, pero ahora una figura morada se encontraba frente a él, esta emitía unos cuántos rayos de su cuerpo.

—Así que tú eres Hoshida..., tenía ganas de conocer al mocoso anfitrión del cuerpo que habitamos —La voz era profunda, mucho más que la del propio Vraxart.

La última palabra resonó en los oídos de Makoto, «habitamos», esto le intrigó.

— ¿Habitamos? —Preguntó, esperando la respuesta.

—Eso es correcto, lo que llamas "El Vraxart" no es solo uno.

«¿Todos ellos son el Vraxart?» Makoto estaba anonadado, tantos seres en uno solo.

— ¿Y qué son ustedes?

—Todos somos lo mismo, unos Klairin.

«Klairin..., ¿todos son lo mismo?, esto es extraño»

— ¿Y cómo llegaron aquí?, ¿por qué están aquí?

La figura se quedó callada unos segundos antes de responder.

—La primera pregunta nadie sabe responderla, pues es algo que todos olvidamos al llegar aquí, solo recordamos ciertas cosas, más no cómo llegamos. La segunda..., es un poco más fácil de responder —Dijo —. Puedes vernos como contenedores de poder...

— ¿Contenedores de poder?, ¿a qué te refieres? —Mientras más explicaciones, más dudas le provocaban a Makoto.

—Digamos que, cada vez que usas una parte de tu poder, estás tomando el poder perteneciente a varios de nosotros. Mientras más poder uses, a más de nosotros usas a la vez, es una de las razones por las que los Kujos son tan poderosos.

—Si son tan poderosos, ¿entonces por qué son tan lentos en sus cuerpos normales?

—Hay una razón simple, y es el peso de los mismos, nuestros cuerpos son tan pesados que nos limita enormemente el movimiento, ¿la razón?, no la sabemos —La figura respondía las preguntas con la mayor sinceridad que podía, no respondería cosas sin saber.

—Es decir que, si sus cuerpos fuesen ligeros, todo sería muy diferente... Sería imposible para los humanos ganar contra ustedes... —Makoto colocó su mano en su barbilla.

—Eso es correcto, en un cuerpo como el tuyo esa limitación no existe, por ende el poder es mucho más fuerte, haciéndolo llegar a niveles inimaginables. Sin embargo, su ligereza y su poca resistencia a ello crean una desventaja, la fragilidad.

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