Arc_4

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Arc_4: Guerreros interplanetarios

Registro final:

Septiembre 25, 2544:

Poco más de diez días después del lanzamiento, la flota de naves estaba en camino a Marte, estaban formadas de tal manera que parecían una especie de burbuja, dejando en el centro las naves que se consideraban las más importantes, ya sea por su personal, carga u otros. Entre las naves centrales se encontraban las naves que transportaban mayor cantidad de exoesqueletos o androides de combate, estos últimos fabricados para un mayor número de tropas de ataque disponibles, también estaba la nave donde se transportaba a Makoto y al general, pues eran piezas clave para los Reapers.

Estos habían entrenado durante el mes que pasó, hasta ese día. Debían mantenerse en forma y con la mayor habilidad posible, pues era seguro que necesitarían estar en el mejor estado posible antes de llegar allí. Aunque, ese día, todas las actividades de entrenamiento habían cesado. Había una situación que se esperaba que ocurriese, más no que fuese tan pronto. La situación que se menciona, se trata de la llegada de la oposición de los Klairin. Si querían llegar a Marte, debían pasar por encima de ellos, debían proseguir con el viaje, incluso si eso significaba dejar a algunos atrás, cosa a la que estaban dispuestos los Reapers, tanto a dejar atrás, como a ser dejados atrás.

El batallón de naves enemigas todavía tardaría un tiempo en llegar, pero debido a su velocidad, el momento sería ese mismo día. Estarían envueltos en una batalla espacial en ese momento. La única ventaja que podían tener los Reapers en ese momento, eran los números, pues no sabían con qué se encontrarían.

En la nave donde se encontraba Makoto y el general no era la excepción, todos debían prepararse por igual, ya sea para escapar o atacar. La alarma sonaba constantemente como símbolo de alerta, para presionar al personal a alistarse lo más rápido posible. Makoto sintió que debía posicionarse en algún lugar de ataque, pero fue detenido por el general.

—No, no irás a ningún lado. De ninguna forma podemos arriesgarnos a nosotros mismos en este momento, nuestra misión es pasar a través de ellos.

Makoto no tuvo más opción que acatar la orden, por más que quería ayudar, las cosas eran así, por lo que volvió su cuerpo hacia el frente, mirando la sala de control de la nave. Podía ver los radares, las demás naves y un mapa dinámico con la ruta a seguir trazada en él. El alboroto se detuvo tras unos minutos, todos habían reportado estar en posición y listos para el ataque en cualquier momento. Entre los artilleros se encontraban Mary y Micah, y serían guiados por Rex, quién estaba a cargo de las órdenes de cada uno de los artilleros.

Una transmisión a través de los altavoces se hizo presente.

—Será mejor que estén preparados todos ustedes, los enemigos están haciendo aparecer sus armas. Su llegada está prevista para dentro de una hora, tal vez menos, pero es posible que ataquen incluso antes de eso, estén atentos a las órdenes de los generales o capitanes —La voz era de nadie más que Zackarie, aquel general que fue apaleado y puesto tras las rejas por un grupo de falsos delincuentes.

Tras esa corta transmisión todo volvió a silencio, estaba tan callado que se llegó a escuchar el sistema de ventilación empujando aire a través de las rendijas, o incluso el sonido de los motores, a pesar de estar en el espacio sin sonido, el sonido se puede transmitir por la vibración a través de los objetos. Si se ponía a pensarlo, la guerra que se llevaría a cabo sería la más silenciosa que haya podido ser registrada, no habría explosiones llenas de fuego, ni el sonido de las mismas, o los gritos de los enemigos.

Alrededor de cuarenta minutos después, tras un buen rato de vuelo tranquilo, las naves enemigas finalmente hicieron el primer ataque. Sus cañones empezaron a brillar de un color amarillento, y de allí salieron muchos proyectiles, las bala que se acercaron rápidamente no eran pequeñas, pero tampoco podría decirse que eran tan grandes como para verlas, por lo que dependían de los sensores de proximidad para esquivar. El vidrio frontal de la nave mostró distintos recuadros rojos que se movían, estos indicaban la posición y cercanía de las balas, los pilotos entonces tomaron acciones y pudieron esquivarlas, sin embargo, hubieron algunos que recibieron impactos de balas, y ese fue el punto de inicio.

2538Where stories live. Discover now