ʙʟɪɴᴅɪɴɢ ʟɪɢʜᴛꜱ; ʜᴀᴡᴋ & ᴅᴇᴍᴇᴛʀɪ

18; Lo dijiste hace un momento.

📌 Ya saben que aquí viene bum bum ciao, sexo homosexual.

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—Samantha LaRusso, sabes lo que hiciste y vas a pagar por ello. Voy por ti, perra.— Dijo Tory por las bocinas.

—¿Qué está pasando con tu amiga?— Le preguntó Demetri a Hawk mientras se subía el cierre de aquella sudadera ajena.

—No lo sé, no me importa.— Hawk volteó a Demetri y lo empujó bruscamente contra el escritorio más amplio, en éste no había un ordenador. —Por cierto, no me agrada tu bonita amistad con Robby.

—Que celoso eres...— Susurró Demetri entre risitas y se agarró de los bordes del escritorio, después recostó su mejilla en éste en lo que sentía como Hawk le bajaba el pantalón y su ropa interior hasta los tobillos, inmediatamente sintió frío en la mitad de su cuerpo.
Cerró sus ojos al sentir la lengua de Hawk en su entrada y levantó su trasero para darle mejor acceso.

Hawk se acomodó detrás del cuerpo ajeno luego de un momento y se bajó el pantalón, estaba muy necesitado así que no lo pensó mucho antes de penetrar al castaño, lo había extrañado.
Se mordió el labio y agarró las caderas de Demetri para comenzar a embestirlo de una vez.

Demetri ya no sentía mucho dolor, solo lo estaba disfrutando mientras veía como algunos papeles y lápices caían al piso debido a que Hawk hacía temblar el escritorio con sus fuertes embestidas.

A lo lejos se podían oír varios gritos y golpes que venían de los pasillos, pero estaban tan concentrados en lo suyo que no pensaron ni por un segundo en ir a ver lo que sucedía.

Hawk tomó la suave cabellera de Demetri y la tiró hacia atrás con fuerza, tomando la cintura ajena con su otra mano.

—E-Eli...— Demetri gimió y se dejó hacer por el contrario, se sentía tan sumiso cuando estaba con él, que lo único que hacía era dedicarse a gemir. Para ser la primera persona con la que tenía sexo, le había resultado muy bien.

Hawk sentía las gotas de sudor frío recorriendo su pecho y abdomen por debajo de aquella camisa sin mangas, sus ojos se cerraban a veces por la excitación, pero al abrirlos amaba lo que veía. El delgado cuerpo de Demetri recargado contra aquel helado escritorio y su trasero completamente expuesto y rojizo por culpa de las incontables veces que chocaba contra él.
Gruñó un par de veces y después se apoyó sobre la espalda ajena, le agarró el cuello con ambas manos y le mordió el lóbulo de la oreja con suavidad.

—P-Por favor, n-no pares...— Demetri habló entrecortado por el placer y porque las manos de Hawk en su cuello aplastaban sus cuerdas vocales, además de cortarle el aire.
Estaba babeandose y el aliento caliente de Hawk en su oído lo hacía temer de que podía venirse en cualquier momento.

—No voy a parar...— Hawk soltó el cuello de Demetri, sabía que no debía seguir agarrándolo de ahí estando tan excitado, así que ahora lo tomó de los hombros y bajó la vista para verle el trasero mientras no dejaba de entrar y salir de éste de una forma brusca, que también hacía rebotar sus pocas nalgas.

Demetri dejó tanto tiempo su boca abierta, que ésto ocasionó que un hilo de saliva bajara y tocara el escritorio.
—Me hiciste mucha falta...— Dijo muy bajo, pero lo suficiente audible.

Hawk sonrió y se lamió sus labios.
—¿Si? ¿Extrañaste que controlara tu cuerpo, princesa?— Susurró en el oído del castaño

Demetri apenas pudo hacer un sonido de aprobación y Hawk lo tomó de las muñecas, poniendo sus brazos detrás de su espalda.
El temblor del escritorio cada vez era más intenso por las embestidas, pero ambos sabían que era resistente... O eso esperaban.

El castaño dejó de sentir frío y ahora sólo sentía calor, cosa que le permitió moverse con más facilidad.
Esperó a que Hawk se detuviera un momento para descansar y aprovechó para sorprenderlo moviendo su trasero en círculos.

—Oh fuck.— Hawk miró el trasero ajeno y se mordió el labio con algo de fuerza para no soltar un fuerte gemido.
Ver a Demetri moverse de aquella manera lo tomó por sorpresa, pero estaba más que encantado, porque el castaño empezaba a soltarse y ser creativo.
Después de un momento agarró la cabellera castaña y con su otra mano le cubrió la boca porque sabía que iba a hacerlo gritar, entonces lo embistió tan fuerte que lo hizo sollozar, pero no era nada de dolor.

—Demetri, te amo...— Susurró Hawk en medio de la excitación y bajó la mano que tomaba el cabello ajeno para masturbarlo y ayudarlo a sentirse mucho mejor.
Un rato más tarde se descargó con fuerza dentro del castaño, terminando en un gruñido y algunos gemidos entrecortados que hacían a su amante voltear sus ojos al escucharlo todo justo en su oído.

Demetri logró oír lo que dijo Hawk, pero no pudo concentrarse demasiado en eso porque también llegó al orgasmo, soltando gemidos ruidosos cuando el peliteñido le quitó la mano de la boca y le manchó la otra con su naturaleza.
—¿M-Me amas?— Cuestionó agitado, pero no quería que se le olvidara.

Hawk se separó del cuerpo ajeno y trató de calmar su respiración, entonces hizo un gesto de confusión.
—¿Eh?

—Dijiste que me amas, lo dijiste hace un momento...— Demetri se levantó del escritorio y se subió su ropa, sabía que debía ir a un baño pronto para limpiarse pero no podía seguir medio desnudo o iba a congelarse otra vez.

—Ahh.— Hawk se encogió de hombros mientras también acomodaba su ropa. —No lo recuerdo. ¿En serio dije eso?— Siguió fingiendo no recordar, pero en realidad deseaba que se abriera la tierra y se lo tragara.

Demetri lo miró mal y se quitó la sudadera para devolversela aunque tuviera frío. —Está bien, me iré ya porque éste salón ya se enfrió demasiado.— Abrió la puerta y escuchó llantos y gritos, también el sonido de sirenas de ambulancia.

—¿Qué está sucediendo?— Preguntó Hawk intrigado por los sonidos mientras salía junto al castaño.

—No lo sé.— Respondió Demetri.

Ambos chicos caminaron guiados por el ruido y se encontraron con un desastre, habían estudiantes golpeados y muchas cosas rotas por el piso, pero la mayoría de jóvenes estaban cerca de las escaleras.

Hawk caminó hacia las personas y su corazón se hizo pequeño cuando vió a Miguel inconsciente, se acercó y tocó el pecho del moreno, después miró hacia el piso de arriba y vió a Robby, pero el rubio no tardó en huir, él estaba igual de golpeado como Miguel, lo sucedido se respondía solo, porque también Sam y Tory estaban golpeadas y llorando cerca del moreno.

Demetri se dió cuenta de todo a la distancia, quería correr a abrazar a Hawk, pero temía que le diera un golpe por tocarlo en frente de todos, así que se limitó a soltar unas lágrimas por Miguel.

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