ʙʟɪɴᴅɪɴɢ ʟɪɢʜᴛꜱ; ʜᴀᴡᴋ & ᴅᴇᴍᴇᴛʀɪ

20; ¿Por qué estamos aquí?

—¿Qué haces aquí?— Preguntó Tory al ver a Hawk en su puerta.

—¿Por qué no has regresado al Dojo? Te extraño mucho y todo está fuera de control.— Dijo Hawk.

—La mamá de Samantha me demandó y no puedo violar mi libertad condicional, además que tengo que pagar un dinero cada cierto tiempo.— Respondió la muchacha, se notaba la ira y el resentimiento en sus ojos. —No tengo dinero para estar en el Dojo, y mi madre está muy enferma.— Agregó.

Hawk miró a la rubia con cierta lastima. —Hablaré con el sensei para que no te cobre, eres de sus mejores estudiantes, te necesita, y yo también te necesito. Y... por otro lado el sensei expulsó a Bert porque no estuvo de acuerdo en que le diera de comer un ratón a una cobra.

—Que marica.— Tory rió negando con su cabeza. —Y está bien, te lo agradezco...— La rubia desvió su mirada hacia alguien que estaba cerca, era uno de sus vecinos.

—¿Qué sucede?— Hawk se dió cuenta de lo incómoda que estaba Tory, iba a voltear a ver en la misma dirección de ella pero la chica lo tomó del rostro.

—Perdóname por ésto.— Dijo Tory y se acercó a Hawk para unir sus labios con los de él.

Hawk estaba bastante confundido, no entendía porque Tory lo había besado, pero no se apartó de ella.
Tomó a la chica de la cintura y la acercó más a su cuerpo.

Tory se separó luego de un momento y se aseguró de que su vecino haya visto aquel beso. —Lo siento...

—No te preocupes. ¿Pero por qué lo hiciste?— Cuestionó Hawk.

—Hay un hombre aquí que me acosa, es el que me cobra el arriendo... Y estoy harta de eso, quería que viera que tengo un novio al menos.— Respondió Tory apenada. —Lamento haberte besado sin permiso.

—¿Un idiota te acosa? ¿Quieres que le dé una lección?— Preguntó Hawk enojandose.

—No, no, lo tengo bajo control. En serio que gracias por todo, nadie había venido a visitarme.— Dijo la chica y suspiró. —Ahora debo ir a mi trabajo de la tarde.

—Está bien, si necesitas algo no dudes en buscarme.— Dijo Hawk.

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Demetri había mejorado mucho su karate desde hace un cierto tiempo, estaba agradecido con el señor LaRusso por la manera en la que le enseñaba, sin tanta violencia.
El castaño terminó de entrenar, estaba solo porque Sam no se encontraba en condiciones físicas ni mentales de hacer karate luego de la tragedia, y claro, Robby probablemente estaba escondido en algún lugar.

—Hola, Demetri.— Dijo Chris, venía junto a Nathaniel, entonces se adentraron al jardín.

—Chicos, llegaron tarde y yo acabo de terminar de entrenar.— Dijo Demetri poniéndose de pie.

—No te preocupes, vinimos a ver como está Sam.— Dijo Nathaniel.

—Vayan a verla, necesita apoyo.— Dijo Demetri recogiendo sus cosas.
—Los veo mañana.— Se colocó su mochila sobre sus hombros y salió del dojo.

El castaño estaba por tomar un autobús pero sintió que alguien lo tomaba del brazo, metiendolo entre unos árboles.

—Hola, Dem.— Dijo Hawk sonriendo.

—Casi me matas del susto.— Dijo Demetri tocando su pecho. —¿Cómo te apareces así?

Hawk rió. —Que causalidad encontrarte hoy.— Observó detenidamente al castaño. —¿Vienes de entrenar?

—Sí. ¿Y tu de dónde vienes?— Respondió Demetri.

—Del parque, estaba haciendo una actividad con los chicos.— Respondió Hawk.

—Oh.— Dijo Demetri. —¿Entonces podemos irnos a casa juntos?

—No.— Respondió Hawk. —Se me acaba de ocurrir una idea mejor.

Demetri levantó una de sus hermosas cejas, mirando confundido a Hawk, pero entonces el chico lo tomó de la mano y lo hizo correr junto a él.

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—¿Eli, por qué estamos aquí?— Preguntó Demetri al encontrarse afuera del dojo Cobra kai.

—El Sensei Kreese me dió las llaves porque a veces llego más temprano que él, además de que confía en mi y soy su favorito.— Respondió Hawk abriendo para entrar al dojo y dejó pasar al castaño.

—Genial, pero ¿Por qué me traes?— Cuestionó Demetri.

—Miguel está en el hospital, Tory no tiene dinero para pagar las clases y Aisha se fue. No tengo pareja para entrenar. ¿Qué te parece si entrenas conmigo al menos por hoy?— Dijo Hawk.

Demetri se lo pensó un momento pero al final asintió y dejó su mochila a un lado.
Hawk sonrió triunfante y rápidamente buscó unas colchonetas para tirarlas en el piso, por lo que ambos tuvieron que quitarse los zapatos.

—¿Y estás seguro de que no van a regresar?— Preguntó Demetri mientras se quitaba la ropa para después ponerse su Karategi blanco.

—Ya entrenamos lo suficiente por hoy y yo tengo las llaves, tranquilo.— Respondió Hawk en lo que veía a Demetri vestirse, entonces imitó las acciones del castaño. El Karategi del peliteñido también era blanco, ya que el negro era para competir.

—Está bien, déjame avisarle a mi mamá que voy a llegar un poco más tarde...— Demetri estaba marcandole a su mamá cuando vió que su teléfono volaba, Hawk le había pateado la mano. —¡¿Pero qué mierda, Eli?!

Hawk rió. —Tranquilo, cayó en la colchoneta.— De una sola patada derribó a Demetri y se le subió encima. —¿Acaso también le dijiste a tu mamá que hemos cogido?— Cuestionó con burla.

Demetri negó y como ya sabía karate, tuvo la fuerza suficiente para ahora dejar a Hawk abajo suyo. —Solo te pido que no me destruyas mi bella cara, tu Karate es más violento que el mío.

—Eso es solo un pensamiento.— Hawk se levantó y ayudó a Demetri a levantarse. —Tu puedes ser todo lo agresivo o violento que quieras.—
Le tiró varios golpes al castaño, pero éste logró esquivarlos, cosa que le molestaba y no dejaba de insistir para volverlo a derribar pero le costaba. Demetri realmente había aprendido con Daniel LaRusso.

—¡Espera, carajo!— Demetri se alejó un poco de Hawk y consiguió la atención de éste. —Hay algo que me cuesta hacer, y el señor LaRusso es algo delicado para enseñarme.

—¿Qué cosa?— Preguntó Hawk con mucha curiosidad.

—Me cuesta abrirme de piernas completamente, y es algo que necesito aprender para dar patadas más altas. ¿Podrías ayudarme con eso?— Dijo Demetri.

—Claro, siéntate y cruza las piernas.— Dijo Hawk.

Demetri obedeció y vió como Hawk tomaba sus rodillas, entonces comenzó a hacer presión sobre éstas, y sí que dolía. —¡No! Duele mucho así, Eli.

—Así aprendí yo.— Dijo Hawk y se quedó pensativo un momento.
—Necesitas calentar. Copia mis movimientos.— Se sentó en frente del castaño y comenzó a estirar sus piernas, indicándole a Demetri como debía imitarlo.

Pasaron un rato con los estiramientos y más tarde Hawk le indicó a Demetri que se acostara relajado en la colchoneta.
El peliteñido tomó una de las piernas del castaño y la llevó lo que más podía hacia arriba, aunque después la apoyó en su hombro y ambos se miraron con picardía.

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