ʙʟɪɴᴅɪɴɢ ʟɪɢʜᴛꜱ; ʜᴀᴡᴋ & ᴅᴇᴍᴇᴛʀɪ

06; Celos.

Demetri nunca se había sentado solo a la hora de comer en el colegio, pero Miguel y Eli no estuvieron para acompañarlo.
El castaño se resignó en que sus amigos no fueron a clases, aunque le importaba más Eli.

Ese ojitos azules lo tenía bastante confundido.

A la salida de la escuela se escuchó la risa de Eli, y Demetri dejó de ver el piso, miró hacia el frente, y no podía creer lo que estaba viendo...

Eli con el cabello en puntas hacia arriba y rapado a los lados como un artista punk, una camiseta sin mangas acompañada de unos pantalones a media pierna. Wow.

—Hola, hermano.— Eli saludó al castaño dandole un golpecito en el hombro.

—Hola...— Demetri entrecerró sus ojos.
Supuso que Eli no estaba enfermo ni nada similar, solo perdió clases por estar con Miguel.
—¿Por qué no vinieron?

—Tuvimos clases en el dojo.— Respondió Eli.

—Te llevaste todos los halagos.— Le dijo Miguel a Eli.

—¿Por qué?— Preguntó Demetri mirando al moreno con curiosidad.

—Por ésto.— Miguel tocó el cabello de Eli entre risas. —Al sensei le gustó su cambio.

Demetri rodó sus ojos, primero Eli era rubio, después teñido de azúl y ahora tenía más estatura por su peinado, no le sorprendería si el chico luego se ponía rastas o algo parecido.

—Ten, te traje algo.— Eli le entregó a Demetri una bolsa.

El castaño miró dentro de la bolsa y vió una camisa que tenía un logo, era de Cobra kai, también había un chocolate, Demetri amaba los chocolates. Se sonrojó por el detalle y sonrió de lado.

—Espero que uses la camisa.— Eli le sonrió.

—Solo por ti la usaré.— Dijo el castaño sintiendo su corazón latir rápido.

—¿Por qué a mi no me diste un chocolate?— Cuestionó Miguel mirando dentro de la bolsa y luego a Eli ofendido.

Eli le dió a Demetri esas miraditas que solo ellos entendían, ambos temían que Miguel supiera que eran algo más que amigos.

El moreno soltó una risa viendo las caras de los otros dos chicos. —Es broma, los dejo, debo hacer algo.— Se despidió de sus amigos con un choque de puños y se fue.

—Miguel sabe cosas.— Eli bromeó y rió al ver como Demetri tenía una expresión de preocupación.

El par de muchachos caminaron hasta alejarse lo suficiente del colegio y se sentaron en las escaleras de afuera de una casa que estaba en venta.

—Lamento haber sido grosero ayer.— Dijo Eli. —Pensé que le dirías a mi mamá, sabes que ella no me entiende, quisiera que fuera como la tuya.

—Solo... Me sorprendió ¿Entiendes? Pero no soy un soplón, al menos no contigo.— Le dijo Demetri y comenzó a comerse el chocolate.

—Te creo.— Eli se quedó viendo al castaño. —Comes como bebé.— Dijo antes de pasar su pulgar por el labio de Demetri, retirando el chocolate regado y después se lamió su dedo.

Demetri lo miró tenso, le habían dado ganas de besarlo. Se quedó observando a Eli unos segundos más y luego de mirar hacia los lados y asegurarse que no los veían, se acercó a robarle un beso.

Eli le sonrió y se lamió los labios, pues le sabían a chocolate gracias al beso.
—Ésta noche habrá una fiesta ¿Quieres venir?

—¿No es el cumpleaños de Jasmine?— Preguntó Demetri intrigado.