ʙʟɪɴᴅɪɴɢ ʟɪɢʜᴛꜱ; ʜᴀᴡᴋ & ᴅᴇᴍᴇᴛʀɪ

10; Baño.

📌 Bum, bum, ciao, sexo homosexuaaaal.

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Eli empujó a Demetri dentro de la ducha y abrió el agua, observó como el cuerpo del más alto se mojaba y se acercó a besarlo con intensidad.
—No sabes cuantas veces te imaginé desnudo en mi baño, princesa.— Admitió mordiendole el labio inferior.

—Yo imaginaba que me cogías en tu baño, papi.— Respondió Demetri con picardía y bajó sus manos para apretar el trasero de Eli. —Creo que deberías volver a cargarme.

—Cierra la boca.— Eli lo volteó y lo estampó contra la fría y húmeda pared. Le mordió la espalda y le pegó un par de nalgadas.

—Hawk...— Demetri gimió viendolo por encima de su hombro y después se dobló un poco e igualmente levantó su trasero para que el más bajo estuviera cómodo.

—Me calienta que me digas así.— Dijo Eli y se agachó, besó las nalgas del castaño y después comenzó a lamer su entrada.
Demetri cerró sus ojos y apegó su mejilla a la pared al sentir lo que hacía Eli. Con una mano agarró la cresta del peli-azúl e hizo sus caderas hacia atrás para apegarse más al rostro ajeno.

Después de un rato Eli se levantó y sin previo aviso penetró a Demetri hasta el fondo, haciéndolo gritar. Lo agarró de las caderas con firmeza y comenzó a darle embestidas.

—Ay papi...— El castaño hizo un gesto de dolor, Eli la tenía grande y aún no se acostumbraba tan rápido. Colocó sus manos encima de las del peli-azúl y gimió como una perra, ya que Eli no se quedaba quieto, solo empujaba con más fuerza.

—¿Te gusta, princesa?— Eli le susurró en el oído y le mordió el lóbulo de la oreja. Aumentó la fuerza de sus embestidas, lo que hacía que Demetri chocara contra la pared.

—Me encantaa-ah...— Gimió el castaño en cuanto sintió el tirón de cabello que le dió Eli, seguido de una sonora nalgada.

Eli comenzó a hacerle chupones al castaño en el cuello, en sus hombros y espalda, quería marcarlo.

Lo único que se escuchaba dentro del baño era el agua caer, el sonido de sus cuerpos chocando y sus gemidos.

Eli bajó su mirada por la espalda de Demetri y paró en sus caderas, sonriendo por como sus dedos quedaban marcados en su piel, dejando rojo.

—Hawk...— Demetri gimió y metió una mano entre sus piernas para comenzar a masturbarse mientras la otra mano la dejaba encima de la de Eli en su cadera. —No pares.

Eli soltó gemidos y suspiros contra el oído de Demetri, haciéndolo voltear sus ojos y tocarse con más intensidad.

—No voy a parar, bebé.— El peli-azúl movía sus caderas con más rapidez y mordía el cuello del castaño.

Demetri miró por encima de su hombro para ver la cara de Eli, se encontraron miradas y se sonrieron.
—Dame más fuerte.— Dijo el castaño con confianza.
Eli lo abrazó por la cintura e hizo las embestidas más intensas y continuas.
Demetri soltaba gemidos altos y risitas nerviosas, llevó sus manos hacia atrás y agarró la cresta de Eli, aunque no tardó en lograr que su cabello volviera a la normalidad debido a lo mucho que lo estaba tirando y que el agua deshizo el gel.
—Más, más.— Pidió y Eli lo nalgueó.

—Dem...— Eli susurró con aquella voz que hacía erizar al castaño.

Demetri levantó más su trasero y sintió como Eli le apartaba la mano de su entrepierna para comenzar a tocarlo él.
El castaño cerró sus ojos con fuerza, pegando su frente a la pared.
—Papi... Ya no aguanto...— Susurró y meneó sus caderas hacia Eli.

Eli no dijo nada y solo soltó varios gruñidos, escuchó a Demetri gemir alto y se corrió en su mano, después él no tardó en terminar también, mordió la espalda del castaño y terminó en su interior, luego de un momento salió de su cuerpo delicadamente y lo volteó para besarlo y abrazarlo.

Demetri correspondió el beso y al separarse rió al ver el cabello de Eli.
—Señor Halcón, su cabello está desordenado.— Dijo con burla y Eli le sacó la lengua.

—Cállate.— Eli agarró una esponja con jabón y comenzó a tallar el pecho y abdomen de Demetri, bajando hasta sus piernas.

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Demetri se quedó dentro del baño unos quince minutos más que Eli, tenía que limpiarse bien. Cuando entró a la habitación vió a Eli dormido boca abajo en la cama, apenas con unos boxers.

El castaño se puso su ropa interior y se colocó solo la parte de arriba del karategi que había usado Eli esa noche en la presentación, olía delicioso, olía al chico que le gustaba, olía a su hermano binario.

Demetri se subió a la cama y se sentó sobre el cuerpo de Eli, se inclinó a darle besos en su espalda, justo en su tatuaje y bajó hasta toparse con el elástico de sus boxers, entonces le mordió una nalga delicadamente.

Eli se despertó y sonrió al sentir que Demetri le daba besos. —Hueles rico, princesa.

—Te robé shampoo.— Confesó Demetri con diversión y besó el cabello húmedo de Eli. —¿A qué hora llega tu mamá?

—A las seis de la mañana. ¿Qué hora es? Tengo un poco de hambre.— Dijo Eli removiendose y Demetri se quitó de encima.

—Las dos. Ven, te haré de comer.— Dijo el castaño saliendo de la habitación.
Eli se levantó y lo siguió hasta la cocina.

—Que lindo te ves con mi ropa de karate.— Mencionó el peli-azúl sentandose y viendo por detrás a Demetri, quien estaba sacando cosas de la nevera.

—Me encanta como huele.— Admitió el castaño poniendo unas galletas en el mesón, leche y fresas.

—Huele a mi sudor.— Dijo Eli tomando una fresa. —Y eso te gusta ¿Verdad?— Agarró la cintura de Demetri y lo sentó en sus piernas.

—Me encanta.— Demetri sonrió y abrazó a Eli por el cuello. —¿Te hago huevos?

—No, no, tranquilo. Hazlos para ti si quieres.— Eli le besuqueó toda la cara, haciendo que Demetri riera.

—Dejese querer.— Demetri apretó las mejillas ajenas y se levantó para ir a hacer los huevos.

Eli sonrió viendo al castaño por detrás, era tan bueno y tan lindo.

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