ʙʟɪɴᴅɪɴɢ ʟɪɢʜᴛꜱ; ʜᴀᴡᴋ & ᴅᴇᴍᴇᴛʀɪ

21; ¿Pedimos una pizza?

📌 Leen bajo su propia responsabilidad.

—Auch.— Dijo Demetri, podía sentir su propia pierna tocando su pecho, pero aguantó el dolor porque realmente tenía que aprender.

—Claramente tendrás que seguir practicando, no vas a conseguir abrirte completamente en un día.— Dijo Hawk y se recargó en la pierna de Demetri, y como sabía que lo iba a hacer quejarse, decidió adelantarse y callarlo con un beso.

Demetri correspondió el beso mientras hacía gestos de dolor por su pierna.
Estuvieron haciendo aquel ejercicio durante un rato más, y Hawk aprovechaba cada acercamiento para besar a Demetri.

—Te van a doler mañana, pero con una pastilla lo vas a tolerar.— Dijo Hawk sentándose frente a Demetri otra vez y agarró una botella de agua que tenía cerca para beberla.

Demetri observó a Hawk, recordó las veces en que lo veía tomar agua o llevar cualquier alimento u objeto a su boca y quería tener la misma suerte de probar la saliva del peliteñido.

—¿Qué sucede?— Preguntó Hawk dejando la botella a un lado.

—Nada, solo estaba admirando tu belleza...— Respondió Demetri y posó un pie en la pierna que Hawk tenía estirada, y la acarició subiendo hasta su muslo.

Hawk sintió su piel erizarse con el simple toque del pie de Demetri en su pierna, sabía perfectamente que el castaño lo quería provocar. —Que piecito tan travieso.— Bromeó.

Demetri sonrió y llevó su pie hacia el centro, tocando la entrepierna de Hawk, y como éste estaba usando el Karategi, podía sentir todo su miembro endurecerse debajo de dicha prenda y sus boxers, cosa que el castaño amaba causar en su amigo/rival/amante.
Le dió caricias de arriba hacia abajo y lo presionó también, la temperatura en su cuerpo subía de solo ver como Hawk se mordía el labio y lo miraba excitado con aquellos ojos azules tan hermosos.

—Demetri.— Dijo Hawk y después soltó un suspiro.

En ese momento el sonido del teléfono de la oficina los asustó a ambos.

—Iré a contestar.— Dijo Hawk y se levantó, fue caminando chistoso porque era incómodo caminar con una erección.

Demetri siguió al peliteñido y se quedó en el marco de la puerta.

—¿Quién...? ¡Oh! Sí, supongo que sí, pero puede llamarlo a su número personal... De nada.— Dijo Hawk al teléfono y después colgó. —Era para el sensei Kreese.— Explicó al ver al castaño en la puerta y se sentó en la silla de Kreese. —Ven aquí, termina lo que empezaste.

Demetri soltó una risita e inmediatamente se acercó a Hawk, se arrodilló y recostó su cabeza en el regazo del peliteñido.

Hawk acarició el cabello de Demetri y lo observó, parecía un tierno cachorrito.

Demetri miró a Hawk, se mordió el labio y metió sus manos en aquel Karategi que traía el peliteñido, acarició su erección sobre la ropa interior un momento y después la sacó, entonces se quedó observándola embobado. —Tienes un miembro hermoso, Eli.— En cuanto terminó de hablar, llevó la masculinidad ajena a su boca.

Hawk cerró sus ojos e hizo su cabeza hacia atrás mientras agarraba un poco del cabello de Demetri y éste no dejaba de succionar su miembro, cosa que lo enloquecía.

Demetri miró a Hawk y le agarró las piernas en lo que subía y bajaba con su cabeza, chupando la erección ajena completamente, sentía que se ahogaba pero no quería ni pensaba detenerse.
Hizo un gesto de dolor al momento de sentir que Hawk había empujado un poco brusco su miembro en su boca, pero no iba a apartarse.
El castaño introdujo una de sus manos en el boxer de Hawk y apretó sus testículos, acción que hizo que las piernas del peliteñido temblaran.

—Dios, Demetri...— Murmuró Hawk en un gemido y trató de mantener su mirada fija en el castaño, pero le era imposible por el placer, así que sus ojos volvieron a cerrarse y dejó su boca abierta para soltar suspiros, mientras tenía sus manos en la cabeza de Demetri.

Demetri sacó el miembro de Hawk de su boca y bajó su rostro para dedicarse a lamer sus testículos. El otro chico era muy aseado, así que el castaño no tenía que preocuparse por sentir asco.

Pasó un buen rato y se olvidaron de que estaban en la oficina de Kreese, pues en ningún momento pensaron en la posibilidad de que quizá éste tenía otras llaves y podía encontrarlos en aquella situación que los condenaría.

Hawk estaba tan húmedo, aunque eso no duraba mucho, ya que Demetri no tardaba en limpiarlo con su lengua.
Abrió sus ojos con esfuerzo y se mordió el labio viendo al castaño chupar todo su miembro con ganas, Demetri había dejado de mirarlo en el momento que decidió concentrarse en mover su cabeza con rapidez, para hacer aquello con más intensidad.

—Demetri...— Hawk gimió y sintió un cosquilleo en su miembro, agarró el cabello del castaño con rudeza y cerró sus ojos mientras hacía gestos con sus cejas. —Me voy a venir.

Demetri quiso sonreír al escuchar a Hawk, pero no pudo hacerlo por obvias razones, entonces succionó solo la punta del miembro ajeno para desesperarlo más, pero los gemidos continuos del peliteñido hicieron que volviera a succionarlo y chuparlo completamente.

Hawk sintió sus piernas temblar y supo que su cuerpo no podía más, entonces tiró el cabello de Demetri hacia atrás para apartarlo, porque sabía que iba a venirse, pero el castaño no se apartó, lo que ocasionó que terminara en su boca luego de un fuerte gemido. —¡Demetri! ... Por Dios, D-Dem...— Miró al castaño mientras respiraba agitado. —¿L-Lo tragaste?

Demetri solo observó a Hawk y sonrió para después asentir. —Sabes rico.— Dijo después de separarse y agarró el miembro ajeno con ambas manos para masturbarlo y hacerlo salpicar unas pocas gotas más, ensuciando sus manos.

Hawk gruñó por lo sensible que estaba y lo miró sorprendido. —Eres maravilloso.

El castaño sonrió nuevamente, pero ésta vez se sonrojó. —¿Pedimos una pizza?

—Excelente idea, ahora tengo mucha hambre.— Respondió Hawk. —¿Pero primero podrías traer algo para limpiarnos?—
Definitivamente cuando estaba a solas con Demetri era lo mejor del mundo, cuando estaban lejos de todos.

Demetri fue de inmediato a lavarse las manos al baño y le llevó papel higiénico a Hawk.

—Así que... ¿Tengo un miembro hermoso?— Preguntó Hawk bromeando en lo que se limpiaba con el papel.

—Eli...— Dijo Demetri en voz baja, su cara estaba completamente roja, en la calentura del momento no pensó en lo que decía. —Sabes que sí.

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