La Hermana De James Potter [Remus Lupin]

Sirius ¿calvo?

Narrador Omnisciente- Miércoles 12 de Enero de 1972- 8:00 am Cuarto de Lyn.

Estaba a punto de matarlo. 

 Realmente iba a hacerlo si no fuera por su compañera de cuarto; Mitchell que la paró antes de que lo hiciera.

 -¡¿Cómo se supone que me saque esto de la cabeza?!-gritó tirando el regalo que Sirius le había dado contra la pared.

 -Tranquilízate- le dijo su compañera aguantando la risa.

 -¿¡TRANQUILIZARME!?, ¡NO PUEDO TRANQUILIZARME CON EL CABELLO COMPLETAMENTE MORADO! 

 -Iremos a la enfermería. Madame Pomfrey seguro te dará algo para que se te valla el color.

 -Maldito imbécil-mascullo bajando las escaleras, no sin antes tomar uno de sus abrigos con capucha y colocárselo para evitar que la mirasen.

 Sirius le había dado un pequeño paquete y al abrirlo un polvo morado la empapó dejándole el cabello como lo tenía ahora. ¡Oh, pero esto no se va a quedar así!, pensó.

 -Hey Lyn, ¿te has hecho algo nuevo en el cabello?- grito Sirius desde el sofá de la Sala Común, al ver como la joven descendía hacia donde estaba el con todos sus amigos. 

 Lyn cerro el puño y estaba a punto de chocarlo contra la cara del muchacho de no ser por su amiga que la arrastro fuera de la sala común. 

 -¡Suéltame!, ¡voy a matar a ese inútil!- decía mientras forcejeaba con el agarre de su amiga.

 -Ya cálmate Lyn.

 La muchacha gruño unas palabras inentendibles y se dejo arrastrar hacia la enfermería 

[. . .]

 -Esto no se quedara así- dijo Lyn, caminando fuera de la enfermería por la cual tuvo que pasar muchas horas para volver a tener el color original de su cabello, mientras se dirigía a la sala de pociones. 

 -¿Que harás? 

 -Estoy cansada, se metió con mi cabello, ahora yo me meteré con el suyo.

 -¿Vas a teñirle el cabello? 

 -Claro que no. Esa idea esta quemada. Pienso hacer algo mucho mejor. 

 Procurando que no las agarrara el profesor de pociones, las muchachas robaron algunos ingredientes y prepararon una poción transparente, la cual vertieron en un vaso de zumo de calabaza.

 Lyn había traído de la cocina un plato con algunas golosinas y le estaba poniendo el nombre de James en un cartel lo suficientemente visible. 

 -¿Oye la broma no era para Sirius? 

 -Mjm- asintió Lyn.

 Su compañera frunció el entrecejo confundida pero no dijo nada.

 Llevaron la comida a la sala común, dejaron la bandeja sobre una de las mesas y corrieron a esconderse.

[. . .]

 Unos minutos después, Sirius entro por el cuadro de la dama gorda y sus ojos se posaron rápidamente en el zumo, y como buen descarado lo bebió.

Lyn estaba emocionada- Ahora solo queda esperar.

[. . .]

 A eso de las diez y media de la noche se escucho un fuerte ruido en el cuarto de los varones.

 -AAAAAAAAAH- escucharon las chicas a Sirius gritar desde su habitación y no pudieron evitar estallar en carcajadas. 

 Luego las voces del resto de los merodeadores se hicieron presentes y Lyn quiso hacer acto de presencia entrando a su cuarto dejando a su amiga en el sofá.