Quidditch

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Narra Marilyn-Sábado 16 de septiembre de 1972

Y desperté.

Eran las 7:00 de la mañana, Marlene no estaba en su cama y Mitchell dormía tranquilamente.

Iba a entrar a el baño pero Marlene se estaba bañando.

—¡Marlene apúrate!, ¡tengo cosas que hacer hoy! —exclame contra la puerta del baño.

—Ya voy, ya voy, cálmate —dijo.

Cuando no soporte más abrí la puerta, Marlene estaba lavándose los dientes.

—¿Has oído hablar de tocar la puerta? —pregunto retóricamente, con la boca llena de pasta de dientes.

Arqueé una ceja.

—¿Qué pasa si estaba desnuda cuando entraste? —dijo después de escupir la pasta.

—Estaría disfrutando más la vista —conteste con sarcasmo, ella giro los ojos— no es como si no te hubiera visto desnuda antes, Mar. —respondí mientras comenzaba a cepillarme los dientes.

Así es, a Marlene le encantaba estar con poca ropa o sin ella en la habitación, ya no era nada nuevo para mi o para Mitchell.

—Tienes suerte de que haya terminado, porque si no lo hubiera hecho, te hubiera echado —dijo saliendo del el baño.

—Si, si. Yo también te amo —dije mientras la miraba por el espejo con las cejas arqueadas.

—Mírame, ¿Cómo no podrías? —pregunto con sarcasmo.

Comencé a hacer todo eso que me fastidia; peinarme, lavarme la cara, etc., no a iba a bañarme, lo haría después de la "practica", en las duchas.

—¿Qué harás hoy? —le pregunte a Marlene mientras salía del baño.

—No lo sé, tal vez iré a ver la practica de hoy, Sirius estará ahí —dijo concentrada en sus uñas, se las estaba pintando.

—Oh si —conteste sentándome en su cama donde estaba ella, todavía tenía tiempo— vas muy bien con Sirius, ¿no es así?

—Si, talvez, James acepto lo que tú no quisiste —dijo despreocupada.

—Ah, entonces por eso te sientas con ellos, James te soborno, ¿no es así? —Marlene asintió.

—Espera, no debí decirte eso —dijo levantando la mirada— no le digas a James que te dije.

—No tenías que habérmelo dicho, ya lo sabía, era obvio. 

—Gracias a dios, no se como soportas a esos cuatro —confesó.

—Te acostumbras con el tiempo —reí mientras miraba como terminaba de pintarse las uñas.

—¿Iras a ver la practica? —pregunto— ¿te pinto las uñas?

Fumé en mis sueños, mi vida estaba de cabeza estos últimos días, ¿Por qué no pintarme las uñas?

—¿Tienes blanco? —Marlene asintió— si, iré a la practica.

—¿En qué posición?

—Buscadora, se me da bien.

—Vas a entrar, te deseo suerte —dijo.

Créeme no la necesito.

—Gracias, Mar.

—¿Estamos bien? —pregunto.

—Si, lo estamos.

Marlene termino varios minutos después.

La Hermana De James Potter [Remus Lupin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora