La Hermana De James Potter [Remus Lupin]

Solo se tu mismo

N.A: (NADA QUE VER LA FOTO DE LA MULTIMEDIA, PERO ELLOS MIS HOMBRES, PUNTO)

Narra Zack- Miércoles 6 de septiembre de 1972

Ya era mitad de la semana, por fin.

En este momento me dirigía a clase, con Sandra, sin Amos por que, como todos los capitanes de Quidditch de todas las casas; estaban preparando todo, y sin Connor por que no lo hemos visto desde la mañana.

Llegamos al invernadero, y ahí estaba la profesora Sprout esperando a todos los alumnos, habían pocos alumnos todavía era algo temprano.

Estábamos vestidos con unas batas cafés, yo supongo que para que no nos ensuciáramos; y enfrente había unas masetas.

Pareciera que la profesora se canso de esperar, así que al poco tiempo se fue, dejándonos a los alumnos ahí; claro, la mayoría no se dio cuenta de eso puesto que estaban platicando entre si.

Estaba hablando con Sandra de cualquier cosa que se nos viniera a la cabeza.

Minutos después entraron Connor y Marilyn al aula, venían platicando y reían ocasionalmente, se sentaron alejados de nosotros, Connor ni cuenta se dio de nuestra presencia, estaba muy ocupado, al parecer.

Extrañamente Marilyn no estaba con su hermano y con su particular ruidoso grupo de amigos.

Antes de que pudiera acercarme a ella y a Connor, obvio, la profesora entro.

—¡Buenos días a todos! —dijo la profesora entrando, nadie le contesto, seguían hablando entre ellos.

La profesora golpeo la maseta de metal que tenía frente a ella, llamando así la atención de los presentes alumnos.

—¡Buenos días profesora Sprout! —dijeron todos al unísono.

—Bienvenidos al invernadero tres, alumnos de segundo año —comenzó—acérquense por favor—todo obedecieron, incluyéndome.

—¡Hoy vamos a aprender a replantar mandrágoras! —exclamo muy entusiasmada, más de lo normal—¿Quién me puede decir las propiedades de la mandrágora?

Una chica pelirroja levanto el brazo.

—Dígame, señorita Evans —dijo señalándola.

—La mandrágora se usa para aquellas personas que han sido petrificadas; la mandrágora la vuelve a la normalidad —la profesora asentía mirándola fijamente.

—Es también peligrosa, el chillido que provoca puede ser horroroso para quien lo oiga. —termino Lupin.

—Excelente, ¡10 puntos para Gryffindor! —exclamo, vi como Marilyn se burlaba de Connor, tal vez por el hecho de que Gryffindor era su casa y habían ganado puntos, en realidad no lo sé, tal vez tienen un juego raro o así, nunca se sabe con esos dos. —Ya que nuestras mandrágoras siguen en la maceta, su llanto no los matara, pero los puede dejar inconsciente varias horas, por eso mismo les he dado unas orejeras, como protección —era cierto, las orejeras estaban en la mesa, frente a nosotros.—¡Pónganselas! —dijo al ver que nadie se movió.

Todos se pusieron las orejeras.

—Señorita Potter, ¿podría dejar de jugar con las orejeras?, para eso no son —dijo la profesora, me gire a Marilyn y estaba jugando con las orejeras de una forma extraña, reí por su comportamiento, ella lo noto y giro a verme con una cara seria, casi enojada.

—¡Rápido! —exclamo la profesora—¿Qué esperan?, ¿todos listos?, bien ahora observen atentamente —tomo la mandrágora que tenía en frente, la toma de las hojas superiores—¡Toman la mandrágora con firmeza y la extraen de un tirón!—exclamo y seguido saco la mandrágora.