La Hermana De James Potter [Remus Lupin]

Marlene

Domingo 10 de septiembre de 1972

Marilyn Potter.

—¿Cómo no se me ocurrió, Remus? —pregunte sarcásticamente, —si, "solo voy y le hablo" —imité a Remus.

—Era solo un consejo —dijo.

—Esta bien, gracias.

—Espero que se arreglen —dijo— pero bueno, me tengo que ir.

Cuando se iba a ir, de repente se giro sobre sus talones.

—Pero, ¿tenías que hacernos una broma?, ¿con Johnson?

Yo reí por el tono de indignación en su voz.

Me gire a verlo, y su semblante era serio y calmado.

—El es lindo y buena persona, así que ¿por qué no?

—¿Lindo?, ¡Ja!, conozco a gente más linda.

—¿Ah si? —pregunte con burla encarnado una ceja.

—Si, a parte no sabía que eras tan amiga de el —dijo.

—Oye cálmate Remusin, que tienes un poco de cara en tus celos.

—¡No estoy celoso! —exclamo.

—Se nota —me burlé.

—¡No!, ¡no lo estoy!—dijo mientras retrocedía para irse.

—¡Acéptalo! —exclame.

Y así hizo, Remus se fue dejándome de nuevo sola en el lago negro.

Minutos después de un silencio cómodo, alguien volvió a interrumpir mis pensamientos.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunte cuando sentí que se acercaba.

—¿Qué?, ¿ya no recibo "hola" de mi mejor amiga? —pregunto Connor sarcástico.

—No ahora, no estoy de humor —conteste seria.

—¿Ni una sonrisa?

—Ni una.

—Te ves hermosa sonriendo —dijo— pero noo, a la señorita le encanta estar enojada.

—No me encanta.

—Claro que si, o al menos últimamente. 

—No lo entiendes.

—Pues hazme entender.

Rodee los ojos por su actitud, pero decidí que se lo explicaría.

—Es sobre James —comencé viéndome interrumpida.

—Lo supuse.

—¿Te callas?, no me interrumpas —lo regañe— nos peleamos y ahora no me habla y las cosas se han puesto difíciles.

Por alguna razón sentí como mis ojos se aguaban.

—No se como pedirle perdón, no se porque se me hace tan difícil hablar con el.

Hubo un largo silencio, Connor pareció pensar lo que diría.

—¿Recuerdas cuando dije que iba a estar contigo siempre? —asentí— bien, pues no te mentía y hoy en día lo mantengo, hoy sigues siendo lo mejor lo mejor que tuve y tengo, partiendo de esa base, Lyn, si el en serio quiere recuperar lo suyo se va a esforzar en hacerlo.

—Pero, no entiendes, ¡nos peleamos!

—Se pelean desde que tengo memoria, el te decía algo y se peleaban, tu le decías algo y se peleaban, ¿recuerdas?, ibas a mi casa y Tzar te ofrecía chocolate caliente, no pasaban ni dos minutos y James ya te estaba pidiendo disculpas.