La Hermana De James Potter [Remus Lupin]

¿No hay año que no te desmayes?

Martes 18 de septiembre de 1972.

Marilyn Potter.

—Zack, en serio lo siento-

—No te preocupes —me interrumpió con una voz calmada— sabía en lo que me metía al ser tu amigo, no te ofendas.

—No me ofendo —conteste, claro que me ofendo estoy indignadísima— ¿nos vamos?, necesito cenar ya.

—Bien, quien llegue primero gana —se echó a correr.

—Eso es ¡trampa! —grite jadeante intentando alcanzarlo.

Corrí por los pasillos del castillo sin importarme la gente que me veía raro, principalmente alumnos mayores.

Llegue al gran comedor y ahora Zack se encontraba sentado en su mesa -como si nada hubiera pasado- viendo hacía la puerta, esperando a que llegara, con una sonrisa juguetona en sus labios, formo la palabra "gane", yo negué con la cabeza y antes de que el pudiera hacer algo más me gire y me fui a mi mesa.

Todavía recuperándome llegue a lado de Remus y me senté.

—¿Todo bien? —pregunto el de cicatrices.

—Si, corrí mucho —conteste.

Sirius, James y Peter veían muy atentamente hacia la mesa de Slytherin como para percatarse de mi presencia.

—¿Qué es lo que ven? —le pregunte a Remus.

—A Snape, alguien lo golpeo.

Gruñí en voz baja al recordar ese día.

Comencé a comer.

—¿Quién lo habrá hecho? —pregunto Sirius devolviendo su atención a la mesa, al igual que los otros dos.

—No lo sé, pero Quejicus seguro se lo habrá merecido, o talvez no, la verdad me da igual, lo que importa es que lo golpearon —contesto James con una sonrisa de superioridad.

—¡Oh estas aquí! —dijo Peter dándose cuenta de mi presencia.

Rodee los ojos divertida.

—Uh, hola Lyn —saludo Sirius.

—Hola querida hermana —saludo James juguetón.

—Créanme que Quejicus se lo merecía —comente recordando sus palabras.

Sirius y James compartieron miradas.

—Y tú, ¿Cómo sabes eso?, linda —pregunto Sirius.

—Lo oí por ahí —conteste rápidamente.

—¿Enserio? —pregunto Remus, yo asentí.

—¿No habrás sido tu? —pregunto James subiendo y bajando las cejas.

Ni me inmute.

—¿Qué te hace pensar eso? —pregunte de la misma forma que mi hermano lo habría hecho.

—¿Por qué tienes un mes de detención? —pregunto Remus.

—¿Cómo saben eso? —pregunte.

—Marlene nos había dicho que en las noches no llegabas a el dormitorio —explico Remus.

Oh si, olvidaba que Marlene pasaba tiempo con ustedes.

—Era eso o suponer que te estabas viendo con alguien —dijo James muy seguro de sus palabras.

—¿Y qué les hace pensar que no fue la segunda opción? —conteste reprimiendo una sonrisa.

—No te estabas viendo con alguien —aseguro Remus— te conocemos, eres muy mala mintiendo.