La Hermana De James Potter [Remus Lupin]

Fin... ¿?

Domingo 17 de Junio de 1973.

Marilyn Potter.

—¡Vamos! —James grito empujando a todo el que se le atravesara—, ¡Muévanse!, ¡Ocupan mucho espacio!

—¡Es por esto que te dije que nos levantáramos más temprano! —grite.

James gruño y me jalo entre la gente hasta que llegamos a nuestro compartimiento de siempre.

Remus, Sirius y Peter ya estaban ahí.

James tomo mis cosas y las suyas y las acomodo, luego los dos nos aventamos a los asientos.

—Así que... ¿Por qué tardaron tanto? —pregunto Remus.

—¡Porque James no se apuraba! —exclame—, ¡Casi perdemos el tren!

—¿Qué querías que hiciera?, ¡No encontraba mi uniforme!, y mamá me mataría si no regreso con el a casa.

—Da igual, podría morir de hambre en este momento.

—¿No desayunaron? —pregunto Peter sorprendido.

—No nos dio tiempo —contesto James asomándose fuera del compartimiento—. Oh, Marilyn saca dinero, ya viene la señora de los dulces.

Era cierto. Unos minutos después esa viejita apreció en nuestra puerta.

—¿Quieren algo del carrito, queridos? —pregunto amablemente.

Todos empezaron a buscar dinero en sus bolsillos. De reojo vi como Remus ponía cara de decepción al no tener.

—Yo no-

—¿Sabe que? —interrumpí a Remus—, denos un poco de todo, yo invito.

—Si tanto insistes —Sirius se burlo guardando su dinero.

Después de que nos dio lo que pedí, se fue.

Puse los dulces en la mesa todos empezaron a agarrar, todos menos Remus.

Vaya que eres orgulloso.

Tome una rana de chocolate y se la avente—, come algo, Lupin.

Remus me iba a regresar el dulce, así que lo pare antes de que lo hiciera.

—No aceptare un no por respuesta, los regalos no se regresan.

***

—¡Asco! —exclamo Sirius comiéndose su tercera gragea asquerosa—. Vas Marilyn.

Sirius me paso la cajita, tome uno y me lo metí a la boca.

—Chocolate —le sonreí con burla—. Te toca Peter.

—¿Calcetines sucios? —Peter dudo cuando las probo—. ¡No!, ¡Es de limón!

Sirius quedo boquiabierto, solo a el le tocaban las malas.

—Cierra la boca que se te caerá la baba —dijo James burlón.

***

Después de un viaje —no tan largo— llegamos a nuestro destino.

—Quien no me escriba se la come —amenazo Sirius señalando una gragea de vómito—. Así que ya saben, si no me escriben los obligare a comerse esto, te estoy viendo a ti, Peter.

El nombrado se ruborizo, pues no era sorpresa que Peter no estaba nada dotado para escribir cartas y por eso no lo hacia.

Lily Evans paso frente a nosotros.