20 de enero del 2020.
Doyoung sabía que las cosas con su primo últimamente no marchaban bien, pero aún así aceptó con emoción aquella invitación al karaoke, solo porque Jungwoo había prometido que serían ellos dos, divirtiéndose como en los viejos tiempos.
Nunca le había gustado salir a ese tipo de lugares, pero hacía el esfuerzo por ver a su primo contento. Un pequeño sacrificio con tal de pasar buenos momentos con quien creía era su mayor confidente.
—¿Tu amigo no tenía un mejor outfit con el que salir? —habló un chico a sus espaldas, tomando desprevenido al pelinegro. —Incluso el vagabundo del centro se viste mejor que el, ¿no tiene nada aparte de esa sudadera?
Se suponía que era una salida entre dos personas.
Pero llegaron esos chicos odiosos, los cuales ya había dejado muy en claro que no le agradaban e incluso le ocasionaba incomodidad el tener que convivir con ellos.
Lo hicieron sentir... bueno, horrible.
Al parecer todos veían la gracia detrás de aquel comentario.
Excepto el.
No encontraba gracioso burlarse de como se vestían las demás personas. Todos tenían derecho a utilizar las prendas que se les dieran la gana, a demás, el se sentía cómodo con su vestimenta actual. ¿No era eso lo que importaba? sentirte bien.
Al parecer no.
—Mejor vamos, después nos cierran el lugar por su culpa —dijo Jungwoo entre risas, tomando de la mano a Doyoung para llevarlo con el. —No te sientas mal por sus tonterías, sabes que solo son simples chistes —susurró, escuchándose casi como una amenaza.
De nuevo, para Doyoung no fue nada divertido. No era la primera vez que Jungwoo insinuaba que el no pertenecía a su familia, y los comentarios constantes de las personas ajenas a ellos le hacían eco en su cabeza, añadiendo más dolor a su tristeza inmensa.
Lo peor para el fue al momento de ser prácticamente obligado a pararse en medio del escenario, para cantar algo en aquel karaoke. Tenía todas las miradas de las personas en el, y la pista estaba sonando demasiado alta para su gusto.
Ante este pánico, su voz lo traicionó y no fue capaz de emitir un solo sonido. Sus piernas junto a sus manos comenzaron a temblar, así que colocó el micrófono en su lugar y bajó de ahí, antes de que fuese a cometer una tontería frente a tantas personas.
—¡No puedo creerlo! era algo tan sencillo y no pudo hacerlo —se burló una de las chicas, aplaudiendo de manera sarcástica. —¡Bravo! la superestrella con voz única nos hizo pasar una vergüenza enorme.
—¿Vieron como temblaba? —añadió un chico, entre risas. —Parecía una gelatina.
Todos los acompañantes comenzaron a burlarse en voz alta de Doyoung. Cualquier persona normal trataría de detenerlos, más si se trata de un miembro de tu familia, pero Jungwoo solo se unió a ellos, utilizando comentarios sarcásticos que dolían tanto como una puñalada al pecho.
Habían temas con los que se podía jugar, y al ser familia eran consientes de ello. Vamos, que Doyoung no se pondría a reclamar si Jungwoo hacía alguna broma con respecto a las veces que se quedaron encerrados por idiotas, o cuando se caían de sus bicicletas por no saber equilibrarse.
Pero, de eso a pasar directamente a las burlas que tenían que ver con el tema del divorcio y su padre, era ya un límite que no se podía permitir cruzar.
—Vamos, Doyoung, era solo una broma —explicó Jungwoo, una vez que ambos estaban frente a la casa del pelinegro.
—Una broma deja de serlo cuando pasa a atacar directamente —habló Doyoung en un tono enojado. —¿Quién carajos te dio el derecho a ti de bromear con el asunto de mi papá? no es gracioso.
—¡Tu lo hiciste! —atacó Jungwoo. —Te reías de las bromas sobre no tener papá, incluso me dices "si soy" cuando te envio un TikTok con algún chiste de abandono. ¿Me vas a decir que ahora te ofende? por favor.
El pelinegro suspiró y pasó una mano por su rostro.
Quería llorar.
—No es divertido que digas que mi papá se fue porque yo salí del clóset —dijo Doyoung, esta vez sonando más herido. —Esa no fue la razón y lo sabes. Tampoco es divertido que te la vivas recalcando que yo no me parezco a Jonghyun, o a mi madre, incluso a Taeyong... es como si dijeses a cada segundo que soy zurdo, ya todos lo sabemos y no hay necesidad de remarcarlo cada que puedes. Yo no te he dado permiso de burlarte.
—¡Doyoung, no seas dramático! tu madre se va a enojar si se entera que me estás hablando de esa manera, no puedes ser descortés conmigo.
Doyoung le cerró la puerta en la cara a su primo.
Esa noche no pudo conciliar el sueño. Las pesadillas lo despertaban cada vez que lograba cerrar sus ojos durante unos minutos, y cuando intentaba llamar a su novio para, por lo menos, escuchar su voz; la línea estaba ocupada, dando a entender que se encontraba llamando a alguien más.
No era el típico novio celoso y posesivo que reflejaba sus inseguridades en otras personas. En realidad, no creía ser capaz de sentir celos, porque lo único que le generaban sus acciones era una tristeza profunda y un vacío emocional al no ser suficiente para la persona que el amaba.
Si el plan de John era castigarlo por haberle dicho que no iría a su casa con intenciones de hacer algo más, entonces tendría que hablar seriamente con el. No podía obligarlo a aceptar de esta manera, en lugar de ganar puntos solo los perdía deliberadamente.
Tiró su teléfono celular a un lado de el y decidió que era mejor "dejar dormir" a John.
Aunque no estuviera durmiendo.
Se levantó para poder tomar un poco de agua. Tenía un vaso azul, de cristal, era bastante bonito y una de sus primeras compras. Se había vuelto su objeto favorito en toda su casa.
Su mirada se dirigió a uno de los cajones, un pequeño destello a forma de idea se cruzó por su mente, ocasionando que se acercara para poder abrirlo, observando que aún se encontraba ahí su bufanda verde.
Casi al instante se arrepintió y volvió a su cama.
Aún no.
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Kim DongYoung's Revenge
FanfictionKim DongYoung se había suicidado con apenas dieciocho años de edad, dejando con ello un inmenso dolor para quienes lo conocían... o eso parecía. Sin embargo, las cosas se tornaron extrañas y era hora de afrontar las consecuencias. 🦋 N/A: Bienvenid...