One shot's

🖤Batman y la Catrina🖤

Es intento de humor, no se busca ofender a nadie.
Groserías y modismo mexicano.

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-¡¿Es qué los gringos no pueden hacer nada bien?!, ¿Qué tan difícil puede ser llevarse a alguien?, muy "pipiris nices" y no pueden llevarse el alma de un hombre- Se queja la Catrina mientras caminaba dando fuertes pisas con sus tacones, llamando la atención de varias personas que la observaban curiosos por su llamativa vestimenta.

Digamos que ver a una mujer portando un enorme sobrero rojo con detalles negros y dorados, que aparte tenía un velo negro que le cubría el esquelético rostro, sin contar el vestido de los mismo colores y con finos y bellos bordados, no era algo que se veía todos los días en las calles de Gótica.

-El que debería estar haciendo esto es Mictlantecuhtli, no yo...Ayyy pero el señor muy cómodo, "manden a la Catrina, al cabo que quería conocer los "yunaites steis", si como no...Ah pero bueno, chamba es chamba, y uno no se raja- Continuaba con sus quejas, pero terminó por resignarse -A demás como dice mi gente, mejor que sobre chamba y que no falte- Se animaba ella misma, intentando verle lo bueno.

Un poco más animada, relajó si caminar y observaba todo a su alrededor, observando lo oscura y silenciosa que era las calles de Gótica.

-Chale, a este lugar le falta color, es todo lo contrario a mi Guanajuato lindo, todo lleno de colores- Pensaba en voz alta la Catrina, sin fijarse bien por donde iba, hasta que sintió como alguien chocaba con ella, al ver de quien se trataba, se encontró con un niño que la empujó.

-¡Miré por donde camina anciana!- Gritó el menor

La Catrina se quedó viendo como el niño volvía a correr ignorandola por completo -¡Ora! ¡Chamaco grosero!... ¡Anciana tu abuela!- Gritó molesta, a la par que se levantaba y sacudía su vestido. -A ese niño hay que llevarlo con la llorona, tal vez así se le quiten las ganas de estar robando niños-

Pobre, no sabía que sería el primero de muchos corajes que pasaría.

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Solo llevaba 3 horas en Gótica y ya se quería regresar.

-Puro pinché coraje viene a pasar uno aquí! Gracias a Diosito no comí aguacate- Gritó harta, en tan solo tres horas ya la habían intentado asaltar, había escuchado hablar a unas mujeres sobre su vestimenta, cuando intento preguntar por Bruce Wayne todos la ignoraban, más de una vez la terminaron empujando. Si ese no era su día. -¡ya no más falta que me orine un perro!- Renegaba a la vez que pisaba con fuerza una y otra vez, haciendo un berrinche, aunque tal vez no debió decir eso ya que a los pocos segundo escucho varios ladridos y cuando volteó en aquella dirección pudo observar como un montón de perros corrían en su dirección-¡Me lleva la que me trajo!- Maldijo antes de salir corriendo y rezar por no doblarse el pie con sus tacones.

-Diosito soy yo de nuevo, si me ayudas prometo no volver a burlarme de ti- suplicó sin dejar de correr -Es más te prometo dejar la coca y los tacos, pero ayudame- Seguía suplicando, sin detenerse, hasta que logró perder a los perros.

Cuando por fin pudo respirar aliviada se recarga en una pared para intentar calmarse -Necesito un bolillo- Se dijo a su misma, un poco más tranquila retomó su camino, comenzaba a oscurecer aunque en esa ciudad no se notaba mucho la diferencia si era sincera.