La reportera Kara Danvers se va a Irlanda tras un corazón roto y una gran necesidad de salir corriendo. Allí, conocerá a la profesora de historia Lena Luthor la cuál no solo le enseñará lo que significa ser Irlandés, sino que le enseñará lo que es e...
Esta entrevista había llegado en el momento justo. Claro, mi jefe consideró oportuno que yo la hiciera gracias a mi conexión directo con Lex y la hubiera dado a otro de mis compañeros de no ser porque necesitaba la excusa para ir a Dublín. Estábamos terminando de vestirnos en la mañana y Lena me habló en voz baja, para que solo yo escuchara.
—Anoche dejé marcado en el GPS del auto la ubicación de la abadía de Kylemore desde Dublín. Usa el celular para llegar a Dublin. Kelly se encargó anoche de que el celular de Alex se quedara sin datos así que no podrán usar el gps de su celular. ¿Estás segura de esto, Kara?
—Claro que sí. Además, mi hermana es FBI. No nos va a pasar nada, amor. ¿Tienes el anillo para Alex?
Asintió y me mostró una caja de terciopelo rojo que sacó de su bolso. La abrió y me sorprendí de que hubiera una Snich de Harry Potter dentro.
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—¿Y eso? —Dije y comenzó a reírse—. ¿No me digas que el anillo está dentro?
—Sí, está dentro de la Snich. —Dijo y lo guardó.
Abrí la boca y me tapé con las manos de la emoción. Alex siempre fue fanática de Harry Potter, esto será maravilloso para ella, enloquecería. Se acercó para darme un beso y tomé su rostro para devolvérselo.
—Te amo, Kara. —Dijo y le di unos besos más.
—Yo también te amo mi amor. Mucho. —Dije y le di un sonoro beso.
Bajamos a desayunar con nuestras cosas y ocurrió lo que creía, Alex estaba molesta porque su celular estaba sin datos. Tuve que recordarle que el mío funcionaba y que no se preocupara porque el auto tenía gps. Estábamos desayunando y no pude evitar notar las sonrisas entre mamá y Erin.
—Sabes, mamá... tengo una duda. —Dijo Alex y la miré preguntando qué diablos iba a decir—. ¿Heredamos lo gay de ti?
Lena casi se ahora por reírse y mamá la miró sorprendida mientras Erin mordía el labio para no reírse sonoramente.
—¿Disculpa? —Le dijo mamá y Alex la apuntó con el tenedor.
—Es que no tenía idea de que te iban las chicas.
Dijo jugando con sus cejas y señalando a Erin. Sonreí notando que mamá señaló a Erin sin quitarle la mirada a Alex.
—No me van las chicas... me va ella.
Erin quedó roja y miró al plato. Intercambié una mirada con Lena y nos acercamos, mirándolas juntas.
—Las shippeo... —Dijo Lena y asentí.
—Yo también, se ven adorables. —Dije y Lena metió la mano en su bolsillo.
