La reportera Kara Danvers se va a Irlanda tras un corazón roto y una gran necesidad de salir corriendo. Allí, conocerá a la profesora de historia Lena Luthor la cuál no solo le enseñará lo que significa ser Irlandés, sino que le enseñará lo que es e...
Debo admitir que me sorprendió el hermoso ambiente que generaba ese castillo decorado y esa carpa. No era algo ostentoso sino simple. Una boda con pocos invitados pero los necesarios. Estaba muy feliz y orgullosa de Kara por haber alcanzado su felicidad. Iba caminando por el sendero que dirigía al castillo y William Day estaba a mi lado, el cuál venía con su novio.
—¿Qué opina del lugar señora Grant?
Me preguntó el novio de William y hablé sin mirarlo.
—He estado el lugares más impresionantes pero siento que este lugar y la decoración es acorde a Kara y Lena.
—En pocas palabras... Le gusta.
Dijo William y lo miré. Se veía divertido.
—William, ahí estás. —Dijo una mujer acercándose y mirándolo—. Ya están casi todos, estamos terminando de acomodar a la gente. Hola, Greg.
Dijo observando al novio de Day y luego me miró sonriente.
—Usted es la increíble Cat Grant, es un honor. —Dijo y me extendió su mano en un saludo—. Andrea Rogers, la mejor amiga de Lena y madrina.
—Un placer. —Dije y William llamó su atención.
—¿Kara y Lena? ¿Cómo va todo?
—Kara está con Alex y Lena con Lex, están dando vueltas y esperando indicaciones para entrar. —Dijo y luego lo tomó del traje—. Lillian está insoportable. No sé cómo calmarla.
Sonreí al imaginar el estado de esa mujer y acomodé mi cartera en mi hombro.
—Tú déjemela a mí querida.
Le dije y me acerque lentamente hasta la zona del castillo. Y sí, me impresionó. Todo estaba hermoso, una verdadera belleza. Y no era la única belleza.
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Lillian Luthor Estaba bellísima. Se había cortado un poco el pelo, hecho bucles y arreglado en un peinado precioso que acompañaba un vestido de color violeta tirando a rosado increíble. Hubiera sido increíble si tuviera una sonrisa. Pero no, tenía la mandíbula apretada y gritaba dándo órdenes. Solo que yo n un momento miró hacia un rincón con furia y noté que observaba a Erin, la tía de Lena, con Eliza Danvers. Me había enterado como la mujer se mudó, aceptando un trabajo como doctora en Clifden para estar cerca de Kara y Lena pero más que nada para darse una oportunidad con Erin. Lillian las miraba como si tuviera buscando despertar la habilidad de lanzar rayos láser de sus hijos y matarlas. Sonreí y me acerque lento.
—Que extraño... —Dije al acercarme y llamando su atención—. La última vez que leí mi invitación decía que esto es una boda pero por tu rostro creo que estoy en un funeral.
Me miró con ironía y suspiró.
—Estoy molesta.
Dijo en un tono seco y la miré levantando mi ceja.
