La reportera Kara Danvers se va a Irlanda tras un corazón roto y una gran necesidad de salir corriendo. Allí, conocerá a la profesora de historia Lena Luthor la cuál no solo le enseñará lo que significa ser Irlandés, sino que le enseñará lo que es e...
Salí del dormitorio, dónde terminé de ordenar nuestra ropa y dejar todo listo y me moví a la sala, dónde quedaba mucho por hacer y me encontré con Kara inclinada hacia una caja, sacando cosas. Las estaba clasificando para ordenar y aunque todo era un caos, la vista que tenía era maravillosa. Tenis puesta una remera que le resaltaba sus curvas y un pantalón facil de quitar. Me reí internamente cuando una idea se formuló en mi mente.
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Fui silenciosamente hasta la habitación y saqué el arnés de dónde lo había dejado guardado. Vigilando que no me descubriera, me quite la ropa para colocarlo. Por un segundo consideré si debía aparecer desnuda pero como el dildo era de goma, lo metí debajo de mi pantalón deportivo y yo misma me reí de cómo se notaba un bulto. Agradecí internamente que Erin ya se había ido y por fin estábamos solas.
Me acerque lentamente hasta la sala y ella estaba de espaldas clasificando. Por supuesto que escuchó mis pasos pero no se dio la vuelta.
—¿Ya terminaste? ¿Quieres ayudarme con esto? Si nos quedamos hasta tarde hoy terminamos todo lo importante.
—Sí, ya terminé con la habitación. —Dije y me acerque para abrazarla por la espalda y tomar sus senos entre mis manos—. Pero no terminé contigo.
Se rió un momento al sentir mis manos y giró su rostro para verme divertida. Pero borró la sonrisa cuando me pegue a su espalda y sintió algo diferente en mi cadera.
—Mmm... ¿Qué tienes ahí?
—Algo muy animado y hambriento. —Dije con voz gruesa y ella sonrió—. Verte así inclinada me dio la idea de que tenemos que bautizar la casa.
—Oye... Tienes razón... —Terminó de decir eso y mi mano ya estaba moviendo su sostén para tocar su seno—. Mmm...
—Podemos seguir el resto mañana... Esto es más importante...
Llevé mis manos hasta su espalda y quite el seguro de su sostén, luego llevé mis manos a su pecho y tomé un seno en cada mano. Llevó su cabeza hacia atrás mientras mi boca estaba en su cuello, llenando el lugar de besos y mis manos estimulaban su pezón hasta que quedaron duros bajo mi mano. Sentí que me mojaba solo de verla comenzar a gemir en silencio así que quise mojarla a ella también. Bajé una se mis manos hasta su pantalón y colé mi mano dentro, bajo su ropa interior. Mis dedos se encargaron de estimular su clítoris para que comenzara a mojarse y la sentí abrirse mejor de piernas. Ninguna dijo nada, solo la toque mientras se pegaba a mí y llenaba mis dedos se sus fluidos. Quite mi mano de su seno y de su centro. Quité su remera y el sostén. Luego bajé su ropa y me quité la mía. Miró el arnés divertida y yo la tomé para que se quedará en el sillón de rodillas, apoyada en el respaldo. Se abrió bien de piernas y me acomodé, llevé el dildo hasta su mojada entrada y me deslice lento.
—Ahhhh... Si...
—Siempre quise hacértelo así. —Confesé y se tentó un instante para luego gemir otra vez—. Luego podrás hacérmelo a mí.
