La reportera Kara Danvers se va a Irlanda tras un corazón roto y una gran necesidad de salir corriendo. Allí, conocerá a la profesora de historia Lena Luthor la cuál no solo le enseñará lo que significa ser Irlandés, sino que le enseñará lo que es e...
Llegamos a la puerta de casa y me miró con dulzura mientras abría la puerta con llave. Luego abrió la puerta y me miró roja aunque sonriente.
—Despues de usted, señora Luthor.
—Gracias, señora Luthor. —Le respondí.
Y me quedé helada. La sala entera estaba llena de velas que iluminaban la habitación de forma tenue. Dió unos paso dentro y quedé más fascinada cuando noté los pétalos de rosa por el sillón. Además de que había una cubeta con una botella y dos copas.
—Mi amor... —Llamó mi atención y me entregó una rosa envuelta en un papel negro de color naranja matizado—. Para ti...
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Sonreí y me acerque para darle un beso. Nuestros labios se tocaron levemente y luego tomó mi mano.
—Ven conmigo... —Dijo con ternura.
Me llevó hasta los sillones y mientras yo olía la rosa, ella tomó el control y encendió la radio. Observé mi alrededor y noté que las velas eran de Les pero que daban un toque romántico a la habitación. Me hizo dejar la rosa sobre la mesa y antes de day play a la música me acercó a ella. Comenzó a sonar una melodía de piano y antes de que me diera cuenta, Kara estaba cantando y bailando lento conmigo Moon River de Frank Sinatra.
(Escuchar la canción e imaginar el momento)
Esto era más que hermoso. La voz de Kara era preciosa, su rostro estaba iluminado por las velas y mi corazón estaba completamente derretido. Su mano estaba en mi cintura mientras la mía estaba en su hombro y las otras dos se tomaban como dulzura. La canción terminó pero le siguió otra balada la, solo que no le presté atención porque me había acercado a darle un beso. Estuvimos así, bailando y besándonos sin prisa por largos minutos. Cortamos el beso y el baile, se acercó a la mesa y comenzó a abrir la botella.
—Antes de que te lo preguntes, es vino sin alcohol. —Me aclaró y sonreí—. Fue difícil conseguirlo, déjame decirte.
—¿Vas a decirme de que se trata todo esto? ¿O solo vas a verme derretirse por ti?
Se rió y me entregó una copa luego de tomar la suya, dejando la botella con el tapón. Se acercó y me señaló el sillón con pétalos. Me senté y ella lo hizo a mi lado, abrazándome con un brazo.
—Esta noche es nuestra, mi amor. —Dijo y me derretí en su belleza—. Porque no quiero que sea nuestro aniversario para celebrar cuánto te amo. Te prometo que haremos esto cuando menos te lo esperes y cuando más lo querramos. Y te prometo que no habrá un día en que te dejé de amar.
