Una más.

CIV - Resentimientos.

Tras el baño, pude vestirme y bajar a cenar, donde Jason no dejaba de molestarme a lo lejos con gestos sugerentes.

John, quien también se quedó, entretenía a Dick y a Damian, así que no me supuso un gran reto el disimularlo que Jason me provocaba salvo para Tim. Tras cenar, decidí darme un paseo por los jardines de la Mansión, el aire fresco me ayudaba a reflexionar sobre mi gran líbido.

*Quizás por haber estado estos siete meses viviendo con estos apuestos chicos me hayan llevado a este estado de calor crónico.*- ironicé, Mostaza se había unido al paseo, correteando a mi alrededor.

Me senté al lado de la piscina en la oscuridad de la noche, en una de las cómodas tumbonas. Me sentía culpable por tener a todos ellos detrás de mí, pero tampoco era como si ellos no pudieran llegar a sentir lo mismo al ver que competían contra sus hermanos. Estaba confundida, ya que todos ellos podrían ser el novio ideal, aún así, me dolía que al elegir tan tarde un novio, el resto se cabreara. Ya que la excusa de la falta de memoria cada vez era más débil a la par que recuperaba mis recuerdos y a mi familia.

-Cyl, ¿qué te ocurre?

Me giré para encontrarme con el pelirrojo iba con Lian en brazos. Estaba muy cansada de tanta complicación.

-Lo sabes, ¿no? - este reflexionó y luego asintió.

-Jay es muy obvio.-se burló y yo suspiré.- ¿Quieres hablar? - se sentó en otra hamaca, a mi lado.

-No puedo evitar pensar que tengo que elegir, y que cuando lo haga, tres maravillosas personas van a salir muy heridas.-me quejé.- ¡Ni siquiera al decirles que estoy con los otros los ha hecho retroceder, Roy! - mi voz temblaba de lo rápida que salía de mis labios. - ¡¿Cómo pueden seguir pensando que soy una buena chica con lo que estoy haciendo?! ¡¿Cómo pueden mirarme a los ojos y... Pensar que todo está bien?! - me quebré y comencé a llorar.

Roy me pasó uno de sus brazos a modo de abrazo.

-Porque tienes remordimientos, porque sabes que estás haciendo algo mal, ellos siguen creyendo en ti.- me dio un beso en el pelo.- Dal, no seas tan dura contigo, sé que posiblemente te sientas como una mierda aunque tratas de seguir feliz para el resto.

Sorbí un poco y este me secó torpemente las lágrimas con su camiseta.

-¿Hablas por experiencia? - Roy miró a su hija con aflicción para luego sonreír e ignorar mi pregunta.

-De todas formas, ellos están compitiendo, saben que sólo uno o Wendy va a ser tu elegido y que el resto se tendrá que aguantar, pero eso solo hace que quieran enseñarte lo buenos que pueden llega a ser para ti.- hizo una pausa para pasarme un pañuelo. - Además, Dick y Jason algunas veces también han ido de cama en cama...

Eso llegó a calmarme por un instante, suspiré pesadamente al pensar en Tim y Damian antes de que Roy me acariciara el pelo como si sacudiera mis problemas.

-No deberías alterarte antes de dormir, vas a tener pesadillas, me vuelvo a acostar a Lian, hoy toca patrullar. - me sonrió y le correspondí.

-Eres un buen amigo, Roy. - este asintió con una mirada nostálgica.

-Para eso estoy ahora. - se fue y yo me quedé sola en la tumbona, algo mejor.

Aunque no tardé en volver a mis problemas y a recordar a la aparición del oso y a la chica de cabellos albinos.

*¿Qué querría decir con ayudarme a ser Dalia? *- mi mente quedó repasando esas palabras y tratando de enmadejar un sentido a esas palabras...

Me quedé junto a Mostaza en aquella tumbona...