LXI - Enfrentamiento desafortunado.

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Al día siguiente, pude dormir hasta las once, Alfred me trajo el desayuno entre vuelta de croqueta y la posición de morsa encayada que adoptaba al dormir.

En cuando me desperté, aunque lo hice con un breve jetlag, me dolía tanto todo el cuerpo que casi me vuelvo a arropar. A mi desgracia, Derek me llamó.

-¿Sí?

-Cyl, tenemos un problema.- me alerté.

-¡¿Qué ha pasado?!

-Oh, nada, relaja, mujer.-se burló.- Babs me ha dicho que él cumpleaños de Tim es la semana que viene, concretamente el dieciséis.- suspiré aliviada.

-¿Qué planeas, Derek?- este rió.

-Voy a invitar a él y a todos sus amigos al parque acuático de Gotham.- casi me desmayo de solo pensarlo.- Tú no le digas nada, va a ser ÉPICO. - se emocionó.

-Derek, escucha, yo...

-Nada de excusas, Tim te necesita, no le defraudes. - colgó.

*Mierda, tendré que esforzarme para no morir ante sus ojos. *

Me levanté y me vestí para tratar de hacer algo productivo. Me dirigí al jardín donde escuché a Damian.

-Hola, Damian.

Se giró a verme, preocupado.

-Cyl, vimos las grabaciones, ¿te encuentras bien?- se acercó a mí y me tocó la mejilla, que estaba algo hinchada.

-Meh, no te preocupes tanto, solo son moratones y agujetas. - me reí. - Alfred me ha dicho que soy sonámbula.- le advertí.

-Quizás se lo crean, pero, dime, ¿qué te ha ocurrido?- me invitó a sentarme.

- Una loca se ha escapado de Arkham.

-Pero nadie le ha echado en falta, todos los dementes están en sus habitaciones. - trató de indagar.

-Sé lo que vi, además estaba la rata gigante y alguien cabalgando a ese bicho.-me quejé al hacer un aspamiento con las manos, Damian me cogió una mano y la apretó.

-Esta noche te ayudaré a buscar pistas.

-Gracias, seguro que contigo encontramos algo útil.-le di un besito en la mejilla, este lo recibió sin chistar.- Bien, me voy dentro, a la sala de música, por si luego quieres venir. - dije levantándome.

-Claro, Cyl.-se levantó y me despidió.

Volviendo dentro, sabía que, como mucho, estaba Dick por ahí, ya que era su día libre. Me pareció algo extraño que no le encontrase por ningún lado. Cuando me quise dar cuenta estaba en frente de su cuarto.

*¿Qué hago aquí? *-me regañé.-* Él también puede vivir sin mí. *-de alguna manera ese pensamiento me dolió.-* Aunque podría devolverle la vez que él entró en mi cuarto... ¡¿Qué estoy pensando?! ¡Soy una pervertida! ¡No debo ver su cuerpo, solo fue una broma!*- acerqué mi mano a mi frente y suspiré.

-¿Cyl? - me sobresalté al sentir una mano en mi hombro, escuché la risa de Dick.- ¿Te he asustado? Te llevo llamando un rato.

-Perdona, estaba pensando.

-Era sobre mí, ¿a qué sí? - asentí, era cierto, este abrió su boca, sorprendido.- ¡¿Enserio?! ¡No, debes estar bromeando! - suspiré divertida y negué.

-Realmente pensaba en ti, te buscaba.- este se echó el flequillo para atrás.

-¿Ah, sí? ¿Para hacer qué? He oído que no tienes consola... - me sonrió de lado.

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