LXXI- Noche en blanco.

440 58 20
                                    

Estaba de vuelta a casa, todavía estaba algo afligida. Bruce no me había dejado de abrazar, además de nosotros, solo Alfred estaba y era el que conducía.

Nadie dijo nada, era arrullada por el calor de Bruce, y eso me hacía sentir protegida, aunque incómoda.

*¿Por qué mi anterior padre me odiaba tanto? *

-Cyl, he estado pensando en lo que dijo el doctor Melgar.- asentí dando a entender que le escuchaba.- Rachel, la compañera de Damian, Raven, es la idónea para ayudarte. - volví a asentir.- Es discreta, la conoces y estoy seguro de que te ayudará eficientemente, además de que Damian estará por ahí.

-¿I-iré a la Teen Tower?-este asintió, sonreí.- Qué guay... - me separé levemente de Bruce, este todavía me miraba cauteloso.- Estoy mejor, padre.- este suspiró y se relajó lo que se solía permitir, apoyó su espalda en el asiento.

El resto del camino fue anestesiado por un silencio que fue incómodo para mí. Al estacionar el coche, salí y fui recibida por Ace, Titus y Mostaza. Les acaricié levemente y alcé a mi cabritillo para llevarlo a mi cuarto, me duché y me puse ropa cómoda y me acosté con él abrazado.

-Mostaza, ¿tú me quieres? - éste baló y se acercó a recibir mimos.- Gracias, hoy significa mucho para mí...- le sonreí, este se dedicaba a disfrutar de mis caricias mientras su colita se agitaba como un plumerito.- No sé por qué, pero me siento muy sola... Como si mi existencia no tuviera relevancia.-bajé la voz y esta se quebró.- Estoy muy asustada, Mostaza.- el chivito me lamió la mano.- Terriblemente asustada... Además, estoy segura que he fastidiado la fiesta de Tim.-solté un sollozo.- Todos se lo estaban pasando tan bien... ¿Por qué tengo que destruirlo todo? - Comencé a llorar, Mostaza solo se acurrucó conmigo y baló guturalmente, para seguir siendo un cachorro, él comprendía mis emociones.

Llamaron a la puerta.

-Un momento.- me sequé los ojos y puse mi mejor cara. - Adelante.

Entraron mis cuatro hermanos y Roy.

-Hey, Cyl, ¿por qué os habéis ido tan de repente?- soltó Roy cómo si nada.

- Me comencé a sentir mal, tomé algo con Derek antes y creo que llevaba alguna traza de hierbabuena.- mentí.

-Esos camareros no son para nada profesionales. - se quejó Damian.

-¿Y te sientes mejor? - Tim me miró preocupado.

-Sí, siento si te he fastidiado hoy, yo... - negó.

-Ha sido divertido, cuando quieras podemos volver.- me animó.

-Por supuesto, con todos. - añadió Jason mirando a Tim.

-Sí, yo me he quedado con ganas de "esa atracción tan divertida", princesa. - Dick me sonrió como si nada, sabía que él también estaba algo triste.

-¿Qué atracción, Grayson? - Damian le miró mal.

-Adecuada para Cyl, no va rápido y es muy segura.- casi le tiro una almohada.

-¿Enserio, de la zona infantil?

*¿Damian? *

-Bien, yo ya sé a cuál quiero llevarle la próxima vez. - Jason sonrió.- Peligrosa y oscura.

-¿Había una casa del terror acuática? - Damian inclinó la cabeza, curioso.

*¿Cómo puedes ser tan inocente, Damian? ¡Es obvio que no es eso! *

-Yo también, me gustaría ir a otra que hay que es emocionante y tranquila a la vez.- Tim y su cara de angelito.

-Típico, las barcazas educativas del mundo acuático, ¿no? - Damian se burló.

Una más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora