7 - Perdón

980 123 84
                                    

Los últimos días de clase pasaron volando. Akutagawa, por primera vez, estaba expectante de las vacaciones y las cosas que pasarían este invierno. Su vida había recuperado una emoción que creía perdida.
Él estaba en su habitación y echó un vistazo al calendario colgado sobre el cabecero de la cama. Los días estaban tachados con violencia, o, en este caso, entusiasmo, hasta el día de hoy: sábado 19 de diciembre. Supuestamente, mañana sería cuando todos los del club se verían. El chico no podía retener sus pensamientos e imaginaba cómo sería, aunque le parecía algo molesto que el resto de integrantes estuviera allí también, manchando el hermoso cuadro que tenía en la cabeza de él y Dazai paseando juntos por las calles iluminadas por las decoraciones navideñas. Suspiró.

-Al menos podré estar con él, después de tanto tiempo.

El demonio que persiguió a Akutagawa por años y alimentaba sus inseguridades parecía hacerse más y más débil. Era todo gracias a su amiga, Higuchi, quien estaba siempre a su lado, escuchaba atentamente sus desahogos y quejas, y le ofrecía los mejores consejos que le podía dar. Además, la noticia de Dazai impulsó su ánimo mucho más de lo que quisiera admitir.
Sentía que, por fin, su vida estaba recomponiéndose del todo.

* * *

Era un lugar familiar. No podía reconocerlo, pero le transmitía ese sentimiento de familiaridad y confort. Estaba caminando por unas calles desiertas, pero sabía que no estaba solo. Sabía que él también estaba cerca, pues lo vio en la lejanía hacía ya un rato. Sin embargo, no quería encontrarse con él, tenía demasiado miedo de qué le diría al verle. Por eso decidió adentrarse en los callejones. El ambiente se volvió algo más pesado, y una espesa niebla inundó las calles, pero Akutagawa no se detuvo y siguió huyendo. Pero justo al girar en una calle, él apareció. Estaban frente a frente. La niebla hacía complicado el poder ver todo lo demás, pero nunca sería incapaz de reconocer a ese chico de las vendas.

-Fe-Feliz Navidad -dijo Akutagawa-.

-Feliz Navidad.

Se quedaron en silencio.

-Dazai, por favor, contéstame sinceramente. ¿Tú me odias?

El chico se rio.

-Yo nunca te he odiado, ¿por qué lo haría?

Abrió los ojos somnoliento. Un único pensamiento se le cruzó por la mente.

-Otra vez esos malditos sueños. Pero, ¿de verdad no me odias?

Le extrañaban, pero a su vez, le calmaban. Sabía que esos sueños no eran más que un producto de su imaginación y que la realidad era algo distinto. Pero aun así, él se aferraba a ellos y le tranquilizaba pensar que esas palabras podrían ser verdad.

-Hoy es el día -pensó.

Cuando llegó la hora, Akutagawa se vistió lo mejor que pudo; incluso se puso lápiz de ojos, pero no demasiado.
Salió del baño y vio a su hermana esperando para entrar. Esta le lanzó una mirada burlona.

-¿Vas a una cita?

Akutagawa frunció el ceño y la ignoró.

Nada más salir por la puerta de su casa, su móvil comenzó a sonar. Lo sacó de su bolsillo y no pudo creerse lo que veía en la pantalla: era Dazai.
Lo cogió inmediatamente.

[𝐁𝐒𝐃]  𝓟𝓮𝓸𝓹𝓵𝓮 𝓒𝓱𝓪𝓷𝓰𝓮  | DazAkuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora