12 - La cuenta atrás

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Los días fueron pasando, y, con ellos, las semanas. Dazai pasó a ser un miembro más de la familia durante el corto periodo que convivió en aquella casa. La confianza que generó fue la suficiente para que Mori le invitara a celebrar la víspera de Año Nuevo con su familia, propuesta que aceptó al momento.

Allí se encontraba el invitado, rodeado de personas que no conocía. La situación le resultaba algo incómoda, pero estaba agradecido de poder compartir un día tan especial con otras personas, pues estas fechas para él eran de todo menos placenteras en circunstancias habituales. Hacía ya un rato desde que Akutagawa se levantó de la mesa y se fue al baño, y no parecía que fuese a volver en poco tiempo. Dado que Gin no era muy habladora y Mori estaba ocupado charlando con el resto, Dazai se levantó y se alejó del bullicio, aunque faltaran solo unos veinte minutos para fin de año. Se fue del comedor con la excusa de avisar a Akutagawa de que ya iba a llegar el momento de la cuenta atrás, y así fue en busca del otro chico. Caminó sin prisa por el pasillo, observando detenidamente la casa. Era una vivienda antigua y tradicional, se notaba a primera vista que muchas décadas habían pasado desde su construcción. Algunas habitaciones estaban vacías casi por completo, pues ya nadie habitaba en ellas. En una de estas habitaciones, quedaba una estantería llena de fotos familiares, y Dazai se acercó a cotillear. Entre imágenes de caras poco conocidas, pudo distinguir, de nuevo, aquella mujer rubia que vio junto a Mori en la casa de Akutagawa, pero esta vez no le dio tantas vueltas y continuó observando. Su mirada se detuvo en una foto que parecía ser la comunión de alguno de sus primos, y en ella se podía ver un Akutagawa de no más de diez años. Dazai sonrió.

-Míralo qué adorable. Me pregunto por qué se cortaría el flequillo.

Continuó su camino hasta escuchar una tos, el claro indicador de que él estaba cerca. Siguió aquel ruido hasta llegar a uno de los balcones que daban hacia la ciudad. Allí estaba Akutagawa sentado, hablando por teléfono. Antes de acercarse más y salir junto a él, se paró en seco al escuchar al chico sollozar. No pudo entender las palabras, pero era evidente de que no estaba precisamente alegre. Dudó si era el momento adecuado para interrumpir la conversación, pero se arriesgó a salir. Akutagawa, sobresaltado por el sonido de la puerta del balcón abrirse, se quedó en silencio. Al ver que era Dazai, volteó su cabeza y enterró su cara húmeda por las lágrimas entre sus rodillas, avergonzado de que le viera en ese estado.

-¿Es mucha molestia si te hago compañía?

-No, haz lo que quieras -dijo secandose las lágrimas. -Es... Dazai. Creo que te voy a tener que dejar.

-Oh, ¡no, no! Continúa hablando. Me puedo ir si quieres.

-¡No! -lo agarró del pantalón-. Prefiero que te quedes aquí.

-Está bien -se sentó a su lado-. Gracias por dejar que me quede.

El piso era uno a las afueras y se podía ver la ciudad iluminada por los edificios y las farolas.

-¡Vaya! Qué vistas tan bonitas. Se puede ver Cosmoworld desde aquí. Las luces de la noria son impresionantes.

-Vengo aquí todos los años. Me agobia el entusiasmo y el ruido que se genera cuando llega la cuenta atrás.

-A mí tampoco me agrada demasiado el escándalo, pero de alguna manera me resulta bonito. Son momentos de felicidad después de todo. Las luces que vemos ahora son familias reunidas, dejando atrás sus problemas por un día y compartiendo su tiempo juntos.

-Es posible que muchas de esas luces escondan personas solitarias, preparándose ramen instantáneo para cenar, mientras ven la cuenta atrás en la televisión, sin nadie con quien compartir la ocasión.

-¿Y qué los diferencia a ellos de nosotros? -contestó mirándolo con una sonrisa.

-Fácil. Yo estoy solo por voluntad propia. Prefiero pasar los últimos momentos del año reflexionando, y con tanto ruido es imposible.

[𝐁𝐒𝐃]  𝓟𝓮𝓸𝓹𝓵𝓮 𝓒𝓱𝓪𝓷𝓰𝓮  | DazAkuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora