02 B - El libro

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Era un viernes a mediodía. Usualmente, Akutagawa pasaría por la enfermería, pero cambió de dirección.
Se dirigía algo decidido al Club de Literatura, aunque con algunas dudas aún.
Una vez allí, se paró en seco al escuchar una voz.

-Dazai, ¿puedes quedarte con Kyouka un momento?

Akutagawa sintió una gran presión en su pecho. Parado frente a la puerta, miró una vez a la placa, «Club de Literatura», no se había equivocado. Estaba seguro de haber escuchado ese nombre. ¿Habrá sido una ilusión? ¿Otra persona con el mismo nombre?

-Sushi, no soy tu niñera... ¿Dónde está Ranpo?

Retrocedió unos pasos. ¿Era él? Su voz... Era más grave, pero podía reconocerla.

-¿Qué hace él aquí? -pensó-.

Ya no debería estar aquí, ¿no? Iba dos cursos por delante de él, técnicamente ya debería haberse graduado. Era imposible que siguiera en el instituto.
Como Akutagawa siempre pasaba sus descansos en la enfermería, tampoco llegó a verlo por los pasillos de nuevo. El último día que lo volvió a ver fue aquel día en el que los profesores los vieron a él y a su amigo metiéndose con Akutagawa. Seguro que le odiaba por hacerlos meterse en problemas por su culpa. Fue todo su culpa.

Sus manos comenzaron a temblar. La poca determinación que tenía se disipó por completo en ese momento. No pudo evitar darse media vuelta e irse rápidamente de allí.
No fue a la enfermería. Necesitaba un poco de aire. Se sentó en un banco del patio.
Estaba algo incómodo por sentarse solo en pleno aire libre, pero tampoco le importaba mucho. Además, debido al frío que empezaba a haber ya a finales de septiembre, no había demasiada gente, más que un grupo de chicos jugando al fútbol.

Akutagawa sacó un viejo libro, con la cubierta algo desgastada, de su mochila y lo contempló en silencio.

El título era «Soy un gato» de Natsume Souseki. Era el mismo libro que, hace unos años, un amable hombre pelirrojo le regaló en la calle. Akutagawa nunca había visto un gato en persona, pero siempre quiso. En los barrios bajos donde vivía solo llegó a conocer perros callejeros, violentos y hambrientos. A veces se colaban en las casas a robar comida y respondían violentamente si intentabas evitarlo. Por eso odia a los perros.
Este libro, por otra parte, contaba la historia de un hombre que se convertía en felino y cómo era su vida. Desde entonces, desarrolló un amor incondicional hacia los gatos.

Aquel libro estaba ahora de nuevo entre sus manos, y no podía creerlo. No solo eso, esta no era una edición común; era la edición original, manuscrita. Debía valer mucho dinero... ¿Por qué se la entregaron a él?
La respuesta era simple. El día que se lo dieron, esa misma tarde lo comprobó y vio que contenía una carta dirigida a él, firmada al nombre del mismísimo Natsume:

«Para Ryunosuke Akutagawa: ya debes de ser un chico hecho y derecho, me enorgullece saber lo lejos que has llegado desde que te conocí, cuando aún eras un mochuelo deambulando por las calles en busca de comida. Has llegado muy lejos, pero aún tienes un largo camino que recorrer. Me ha contado un pajarito que has mantenido la pasión por la lectura hasta el día de hoy, ¿recuerdas cuando me decías que querías escribir un libro para poder hacer feliz a los niños como tú? Espero que sigas teniendo ese sueño en mente porque, te puedo asegurar que es uno de los sentimientos más maravillosos que el hombre puede experimentar. Si necesitas algo, no dudes en pedir ayuda al Dr. Ougai, y cuida de tu hermana. Recuerda que no estás solo. Ya no.
F

irmado: Natsume Souseki»

Es por esa razón por la que estaba decidido a unirse al Club de Literatura, pero huyó despavorido en cuanto se enteró que Dazai también estaba ahí. Aunque, de hecho, aumentó sus ganas de entrar, pero el miedo a sentirse odiado y rechazado por él era aún mayor.

[𝐁𝐒𝐃]  𝓟𝓮𝓸𝓹𝓵𝓮 𝓒𝓱𝓪𝓷𝓰𝓮  | DazAkuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora