15 - La enfermedad (1/2)

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Algunos días pasaron desde entonces. Fukuzawa siguió pensando en la reunión que tuvo con Mori. La persona a la que tanto rencor le había guardado durante veintisiete años, ahora le estaba suplicando que le ayudara. Suspiró. ¿Tenía sentido este resentimiento, después de tanto tiempo? Es cierto que él amaba a su familia incondicionalmente, pero... No, se sentía incapaz de perdonarlo. Había estado así desde que le soltó esa tan inesperada petición, dándole vueltas, y esas dudas que le carcomían por dentro devinieron en un pensamiento habitual.
En mitad de su rutina mental de rencor y autoculpa alguien llamó a la puerta, y se percató de que debería estar trabajando en lugar de pensar en todo aquello.

-¿Se puede? Bueno, aunque estés ocupado voy a pasar.

-¿Ranpo? -dijo sorprendido-. ¿Qué estás haciendo aquí?

-Je, ¿me echabas de menos? Estaba pensando en que podríamos pasar el rato juntos, como hacíamos antes. Tengo que hablarte de algo importante.

-No puedo. Tengo cosas que hacer, ya lo sabes.

-No, no lo sé -su tono cambió súbitamente-. No veo que estés haciendo nada ahora mismo, así que no parece ser urgente. Además, esto sí que es bastante urgente.

-... Llamaré a Kunikida para que ocupe mi lugar hoy.

Ranpo sonrió. Ambos se dirigieron a la parte trasera de la academia, como hacía años, y se sentaron en el mismo sitio de siempre.

-La maleza ha crecido mucho...

-Sí, pero eso es algo bueno.

Ranpo se levantó y apartó las ramas de un arbusto. Una gata atortugada yacía amamantando a sus crías.

-Así los gatos se pueden esconder sin que los niños que sean lo suficientemente curiosos como para pasarse por aquí los molesten.

-¿Qué es lo que me tenías que contar?

Ranpo mantuvo el silencio durante unos segundos.

-Un compañero de mi clase está en estado crítico. El chico que siempre está en la enfermería de Yosano, seguro que sabes quién es. Si sigue así, lo más seguro es que no le quede mucho, y su hermana probablemente acabe en el mismo estado, eso asumiendo que no es una enfermedad infecciosa que tarda años en incubarse. Ese sería el peor caso posible...

Fukuzawa no gesticuló ni una palabra, sintiéndose algo mal.

-Su padre adoptivo es un reconocido doctor, exmédico militar... Ha tratado de pedirte ayuda, ¿me equivoco?

-¿Cómo lo sabes?

-¡Nada se le escapa al grandioso Edogawa Ranpo! -exclamó con su mano en el pecho-. No, en serio, ¿piensas hacer algo? Prestar la ayuda de Yosano, aunque ella se niegue, sería esencial. Y podrías pagar la financiación de la investigación. Si él ha recurrido a ti, es porque está completamente desesperado, piensa en ello. Eres el único en el que podemos pensar.

-Ranpo, no es tan sencillo. No puedo utilizar el dinero de la academia como me venga en gana.

-¿Por qué? Tanto tú como yo sabemos a la perfección que el dinero de las matrículas cubre de sobra el precio de las instalaciones y sus servicios. Además, tienes amigos en altos cargos del gobierno, dudo mucho que pueda haber alguna repercusión. No, y además, incluso si perdieras tu puesto de trabajo, ¿acaso la vida de uno de tus estudiantes vale menos que eso? ¿Cómo actuarías si me pasara a mí?

El comentario acalorado de Ranpo fue seguido de un silencio incómodo.

-Ranpo, no digas eso... -dijo dolido.

[𝐁𝐒𝐃]  𝓟𝓮𝓸𝓹𝓵𝓮 𝓒𝓱𝓪𝓷𝓰𝓮  | DazAkuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora